En el contexto de la lucha interna dentro del Partido Justicialista (PJ), Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, se prepara para un acto significativo en homenaje a Antonio Cafiero, un ícono de la renovación del peronismo. Este evento, que tendrá lugar en La Plata y consistirá en el bautismo de la diagonal 74 con el nombre “Gobernador Antonio Cafiero”, es visto como un gesto de desafío hacia Cristina Kirchner, quien no participará en la ceremonia. Este homenaje se enmarca en una serie de movimientos que Kicillof y sus aliados están llevando a cabo para promover su candidatura presidencial para 2027.

A pesar de las tensiones entre Kicillof y Kirchner, se espera que el gobernador sea el único orador en el acto por el Día de la Lealtad, programado para mañana en Berisso. Este evento ha sido planeado por el intendente Julio Alak, junto a otros líderes locales que apoyan la candidatura de Kicillof. Las relaciones entre ambos líderes se han deteriorado, ya que la última comunicación entre ellos se produjo hace dos semanas y estuvo marcada por el secreto habitual que caracteriza a Kirchner. En el entorno de Kicillof, se siente que la expresidenta ha cambiado su estilo de operar, lo que ha llevado a un aumento de la tensión y a la percepción de una ruptura.

En medio de este clima, Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja y potencial candidato a la presidencia del PJ, también ha manifestado su descontento, indicando que podría retirarse si Kirchner busca liderar el partido. Este panorama de fragmentación ha comenzado a reflejarse en las voces disonantes que emergen dentro del PJ, con algunos intendentes y la CGT pidiendo una renovación y distanciándose del apoyo a Kirchner.

Quintela, quien ha estado realizando reuniones en la Capital Federal para avanzar en su propia candidatura, es un factor adicional en este escenario, ya que él y Kirchner han mantenido conversaciones pendientes sobre la estructura del partido y las candidaturas en las elecciones del 17 de noviembre. Mientras tanto, el clima de tensión se acentúa con los preparativos para el homenaje a Cafiero, donde se espera la asistencia de figuras de diversos sectores, indicando una creciente polarización en el PJ y una clara lucha por el control del partido.