El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su proyección de inflación para la Argentina en un 45% para 2025, cifra que el organismo ha mantenido sin cambios desde mediados de este año.

Esta estimación contrasta con el 18,3% proyectado por el Gobierno en su presupuesto presentado al Congreso. Según el FMI, la inflación argentina cerrará el 2024 en torno al 140%, para luego desacelerarse drásticamente el próximo año. La expectativa del organismo también incluye una recuperación económica del 5% en 2025, tras una contracción del 3,5% del PBI durante este año, acompañada por una leve baja en el desempleo, que pasaría del 8,2% en 2024 al 7,6% en 2025.

El economista jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, destacó el «progreso sustancial» en la reducción de la inflación mensual, que cayó del 25% en diciembre pasado al 3,5% en la actualidad. Atribuyó esta mejoría a las políticas implementadas por el Gobierno y anticipó una recuperación gradual de la actividad económica, evidenciada por señales de crecimiento en el crédito y la actividad productiva.

Luis Caputo, representante del Gobierno argentino, se encuentra en Washington para avanzar en negociaciones con el FMI y otros organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para asegurar financiamiento e inversión para el país. Caputo también participará en reuniones clave del G20 y el Comité de Desarrollo del Banco Mundial y el FMI, donde se debatirán temas de política económica global y desarrollo.

El programa Extended Fund Facility (EFF) del FMI con Argentina concluirá a fin de año, tras dos años y medio de duración. En esta etapa, el FMI ha provisto los dólares necesarios para cubrir los vencimientos del acuerdo Stand By de 2018. A partir de 2026, Argentina deberá comenzar a devolver los 45.000 millones de dólares prestados por el FMI, con pagos programados hasta 2032.

En su informe de proyecciones globales, el FMI señaló que la batalla contra la inflación global ha avanzado, previendo una tasa de inflación del 3,5% para fines de 2025, luego de haber alcanzado un pico del 9,4% en 2022. Sin embargo, advirtió que algunos países, especialmente los de bajos ingresos, enfrentan desafíos importantes debido al aumento de los conflictos y la necesidad de políticas fiscales más estrictas.