El descenso del riesgo país a menos de 1.000 puntos ha impulsado al Gobierno argentino a acelerar negociaciones con bancos internacionales para asegurar un préstamo de USD 2.700 millones, destinado a cubrir pagos de deuda en enero de 2025. Esta baja en el riesgo país y el incremento en el valor de los bonos mejoran las condiciones para acceder a un crédito en modalidad Repo, que podría involucrar bonos del Tesoro o incluso reservas de oro como garantía, con el Banco Central (BCRA) liderando las gestiones.

Aunque desde el Poder Ejecutivo indican que el acuerdo aún no es inminente, reconocen que se encuentra en los «detalles finales» y que involucra a un grupo de bancos, entre ellos JP Morgan y Santander, en un préstamo a tres años. El acuerdo ha sido diseñado no como refuerzo de reservas, sino como una herramienta para acceder directamente a divisas, facilitando el cumplimiento de los vencimientos de deuda en los primeros días de enero.

La situación de estabilidad en los mercados, impulsada también por el rumor de un inminente acuerdo de Repo, ha generado una mayor confianza en los bonos soberanos y reducido la expectativa de escenarios económicos disruptivos. La consultora FMyA señaló que los rumores sobre este crédito mejoraron el cierre financiero de la semana, aunque aún existen precauciones en el mercado sobre posibles litigios internacionales que podrían afectar el uso de reservas de oro. Como alternativa para evitar estos riesgos, se considera la participación del Banco de Basilea, una entidad supranacional con inmunidad legal.

En tanto, el Gobierno también estudia otras opciones de financiamiento, como un eventual canje de títulos de deuda a corto plazo para reducir las presiones sobre el nivel de reservas. Analistas financieros, como LCG, sostienen que la disminución en el riesgo país incrementa la probabilidad de que el Gobierno vuelva a los mercados de capitales en busca de financiamiento.