El Gobierno argentino ha ordenado una auditoría en el Ministerio de Relaciones Exteriores tras la salida de Diana Mondino como canciller, con el objetivo de identificar “impulsores de agendas enemigas de la libertad” entre su personal.

Gerardo Werthein, quien hasta ahora ocupaba el puesto de embajador en Estados Unidos, será el nuevo titular de la Cancillería y asumirá la tarea de fortalecer una política exterior alineada con los valores de “libertad, soberanía y derechos individuales” que la administración de Javier Milei considera fundamentales en las democracias occidentales. Esta auditoría se impulsó tras la votación de Argentina en la Asamblea General de la ONU, en la que el país se pronunció a favor de levantar el embargo sobre Cuba, una posición que se desmarcó de la línea sostenida por Estados Unidos e Israel, aliados clave del gobierno.

El comunicado oficial destacó que la política exterior argentina “defenderá los principios de libertad y derechos humanos en todos los foros internacionales”, subrayando la condena hacia la “dictadura cubana” y otros regímenes que considera violadores de derechos humanos. La elección de Werthein para dirigir la Cancillería refleja la intención de la actual administración de profundizar su enfoque libertario en el plano internacional.

En la votación en la ONU, 187 países respaldaron levantar el embargo sobre Cuba, mientras que solo Estados Unidos e Israel votaron en contra. La postura argentina generó tensiones internas, ya que Estados Unidos e Israel, aliados estratégicos, cuestionaron la posición favorable al gobierno cubano, el cual describió las sanciones de Washington como “medidas inhumanas” y una forma de “guerra económica extrema” contra la soberanía de la isla.