La caída del dólar en Argentina tras el triunfo de Trump: ¿Qué esperar en los próximos meses?

Tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, los mercados globales reaccionaron con nerviosismo, pero la Argentina vivió una realidad diferente. A pesar de la volatilidad de los mercados emergentes, el dólar en el país descendió, una tendencia única en la región. La causa principal de esta caída radica en las expectativas del sector financiero argentino, que considera el resultado electoral como favorable para la reestructuración de la deuda nacional, mejorando las perspectivas de pagos en 2025.

Aunque el presidente electo de Estados Unidos podría implementar políticas proteccionistas, lo que afectaría el comercio exterior, algunos empresarios recuerdan los avances logrados durante la presidencia de Mauricio Macri, como la apertura para la exportación de limones a EE.UU., cerrada durante la administración de Obama. En contraste, países como Brasil y México vieron una depreciación de sus monedas, mientras que Argentina experimentó una revalorización del peso.

El sector financiero celebró el panorama tras el triunfo de Trump, con una mejora en los bonos soberanos argentinos, que redujeron el riesgo país y generaron un círculo virtuoso que podría seguir disminuyendo el riesgo en el futuro. Además, la revalorización del peso se reflejó en la suba de las acciones bancarias, que vieron mejoras en sus patrimonios gracias a la valorización de los bonos.

Los mercados también anticipan que la suba de los bonos soberanos podría aliviar la situación financiera del país y permitirle refinanciar la deuda de manera más favorable. A pesar de la baja de los precios de materias primas, productos como el maíz, trigo y soja mostraron incrementos, lo que impulsó a la Bolsa argentina, con el Merval registrando ganancias tanto en pesos como en dólares.

En resumen, la victoria de Trump ha resultado ser una noticia favorable para el sector financiero argentino, ya que se espera que abra nuevas posibilidades para el pago de la deuda, aunque las consecuencias para el comercio exterior aún son inciertas.

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