Los préstamos en dólares acumulan 11 meses de crecimiento sostenido, impulsados por el ingreso de divisas provenientes del régimen de blanqueo de activos. Según el último informe del Banco Central (BCRA), el stock de estos créditos cerró noviembre en USD 9000 millones, marcando un aumento del 143,8% en lo que va del año. La primera etapa de la amnistía fiscal aportó USD 20.000 millones al sistema bancario, que fueron utilizados para ampliar significativamente el financiamiento en moneda extranjera.

Inicialmente, los bancos actuaron con cautela ante la incertidumbre sobre si los adherentes al blanqueo mantendrían los dólares en las cuentas. Una vez confirmada la permanencia de las divisas, las entidades incrementaron la oferta de créditos, con un crecimiento mensual del 11% en noviembre. Este tipo de préstamos está restringido a empresas con ingresos en dólares, como exportadores, quienes son los principales beneficiarios.

El ICBC reportó un fuerte incremento en la demanda de créditos en dólares, superando incluso niveles registrados durante la gestión de Mauricio Macri. Las tasas ofrecidas oscilan entre el 4% y el 8%, dependiendo del plazo, y los principales clientes son exportadores y productores agropecuarios. Otras entidades, como las que financian sectores como oil & gas y minería, destacan la competitividad de las tasas, que van del 4% al 9% según los términos de los préstamos.

El auge del crédito en dólares también ha generado divisiones en el sistema bancario. Mientras algunos bancos nacionales desean ampliar la oferta a más clientes, las entidades extranjeras agrupadas en la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) insisten en que los préstamos en dólares deben limitarse a quienes generan ingresos en esta moneda. Desde el BCRA no se prevén cambios en estas políticas de crédito, priorizando la estabilidad macroeconómica.

La demanda de créditos en dólares ha beneficiado al Banco Central, ya que las empresas deben liquidar los préstamos en el mercado oficial, contribuyendo a fortalecer las reservas internacionales. Expertos sugieren que aún hay espacio para expandir este mercado, dado que durante el macrismo el stock de estos préstamos alcanzó USD 16.200 millones, frente a los USD 9000 millones actuales.

De cara a 2025, el sector financiero espera que continúe el crecimiento sostenido de los depósitos y préstamos en dólares, impulsado por una demanda firme de exportadores y productores. Sin embargo, el crecimiento estará condicionado por las expectativas de devaluación y la necesidad de fomentar la intermediación financiera, incentivando la repatriación de ahorros desde el exterior o cajas de seguridad hacia el sistema bancario argentino.