El gobierno de Javier Milei implementará una reforma de la Policía Federal Argentina (PFA) a través de un decreto, buscando transformar a la fuerza en una agencia de investigación criminal similar al FBI. Los cambios incluyen modificaciones en la Ley Orgánica de la Policía Federal (21.965), un aumento progresivo del personal en el interior del país y una reestructuración orientada a reforzar su capacidad investigativa. El objetivo es que el porcentaje de agentes en provincias pase del 30% actual al 50% en 2026, redistribuyendo las funciones para alcanzar una proporción equilibrada entre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el resto del país.
Entre las medidas previstas, destaca la creación de nuevos departamentos especializados en logística, investigación y narcotráfico, así como programas de capacitación para los agentes actuales. Además, la planta se mantendrá fija, sin absorber personal de otras fuerzas. La reforma se complementará con la Ley Antimafias, que agrava las penas para delitos de crimen organizado y narcotráfico, y con un decreto que permitirá a las Fuerzas Armadas combatir amenazas como organizaciones terroristas y bandas narcos en territorio nacional. Este último modifica el marco regulatorio de la Ley de Defensa Nacional, permitiendo la participación de militares en operativos fronterizos y la protección de objetivos estratégicos.
La PFA, bajo la conducción de los comisarios generales Luis Alejandro Rolle y Mariano José Giuffra, contará con diez superintendencias y seis direcciones generales para garantizar su operatividad. Además, el gobierno trabajará en eliminar el decreto 727/2006, que limita la intervención militar a agresiones externas de Estados, y ampliará las atribuciones de las Fuerzas Armadas para enfrentar amenazas extranjeras no estatales dentro del país. Este enfoque busca integrar operativos conjuntos con Prefectura, Gendarmería y agentes de Inteligencia Criminal en un esquema más amplio de defensa y seguridad.


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