Argentina ha diseñado una estrategia en dos etapas para negociar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El objetivo principal es obtener un desembolso extraordinario, estimado entre 11.000 y 20.000 millones de dólares, que permita fortalecer las reservas del Banco Central y liberar el cepo financiero.
Etapa 1: El ministro de Economía, Luis Caputo, liderará las negociaciones técnicas con Kristalina Georgieva, directora del FMI, y su equipo. Se buscará extender los plazos y reducir los montos de los vencimientos de deuda e intereses, garantizando compromisos de Argentina sobre emisión monetaria, déficit fiscal y reducción de inflación.
Etapa 2: Javier Milei aprovechará su relación política e ideológica con Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, para superar obstáculos técnicos y políticos en el FMI. El respaldo de Trump es crucial, ya que puede influir en el directorio del organismo multilateral.
En 2025, Argentina enfrenta pagos de intereses por 3.037 millones de dólares, y entre 2026 y 2034 deberá saldar cuotas semestrales de capital que suman 45.000 millones de dólares. La negociación también incluirá definiciones sobre si el crédito será en formato Stand-By o de Facilidades Extendidas.
El apoyo de Trump podría permitir a Milei asegurar un desembolso adicional sin contar con la aprobación del Congreso, como exige la ley Martín Guzmán. Esto implicaría riesgos legales, ya que tomar deuda sin ratificación legislativa podría derivar en denuncias judiciales.
Las conversaciones técnicas se intensificarán entre enero y febrero de 2025, cuando los funcionarios argentinos se reúnan en Washington con Luis Cubbedu, representante del FMI. En marzo, ya avanzado el acuerdo técnico, Caputo y su equipo tendrán un encuentro clave con Scott Bessent, próximo secretario del Tesoro de Trump, quien debe ser ratificado por el Senado estadounidense.
En paralelo, Milei asistirá a la ceremonia de asunción de Trump en lugar de participar del Foro de Davos, lo que refuerza la estrategia argentina de apalancar vínculos personales para obtener resultados en la negociación con el FMI. Sin embargo, el uso de este respaldo político podría generar conflictos internos y externos debido a las exigencias legales y políticas asociadas al acuerdo.


Deja un comentario