El PRO en crisis: Macri, el ultimátum de Milei y una encuesta que lo deja con solo un 7%

Mauricio Macri atraviesa uno de los momentos más delicados desde que asumió el liderazgo del PRO. Desde su refugio en Cumelén, el exmandatario ha mantenido conversaciones con figuras clave de su partido, buscando sostener la unidad frente a las crecientes presiones externas e internas. Sin embargo, el ultimátum de Javier Milei —“o vamos juntos en todo o vamos separados”— ha desatado una serie de conflictos que ponen en jaque la cohesión del espacio y evidencian el desgaste de su figura como conductor político.

El impacto del ultimátum no tardó en sentirse. Luis Juez, jefe del bloque del PRO en el Senado, anunció que se alinea con La Libertad Avanza en Córdoba, destacando que el liderazgo ahora corresponde a Milei. Por su parte, gobernadores como Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio “Nacho” Torres (Chubut) también confirmaron que negociarán sus listas de manera independiente, marcando distancia de las decisiones centralizadas en Macri. Este malestar tiene una raíz común: la percepción de que el expresidente prioriza la Ciudad de Buenos Aires por encima de cualquier otra estrategia nacional.

Una encuesta de la consultora Aresco refleja la magnitud del desafío. Según el estudio, si el PRO se presentara con lista propia, apenas alcanzaría entre el 6,4% y el 7% de los votos a nivel nacional. En cambio, una alianza con Milei posicionaría al bloque con entre el 46,8% y el 51,8%, superando al peronismo, que se ubicaría entre el 33% y el 35,5%. Sin embargo, en caso de fragmentación, Milei seguiría liderando, ampliando la brecha con el PRO y dejando a Macri en una posición cada vez más debilitada.

El impacto político de estas cifras es contundente. En provincias clave como Buenos Aires, el escaso porcentaje de apoyo al PRO podría ser determinante para que Milei supere al peronismo en una elección polarizada. Esto refuerza la estrategia del economista libertario de presionar a Macri para que ceda espacios clave en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), un territorio estratégico para consolidar su crecimiento nacional.

A nivel interno, la situación es igual de compleja. Los sectores que respaldan a Patricia Bullrich y otros dirigentes del PRO acusan a Macri de perder perspectiva nacional y de conducir al partido hacia un nuevo aislamiento porteño. La frustración alcanza incluso a sus aliados más cercanos, quienes reconocen sentirse desmotivados y critican la falta de una estrategia clara frente a un escenario político cambiante.

Mientras tanto, Milei continúa fortaleciendo su liderazgo, aprovechando las divisiones internas del PRO para ampliar su base de poder. Su avance no solo pone en jaque a Macri, sino que redefine el mapa político de la derecha liberal en Argentina. Frente a este panorama, el expresidente enfrenta la difícil tarea de mantener la unidad de su partido, evitar una implosión y decidir si su futuro político pasa por ceder protagonismo a Milei o resistir en solitario.

El tiempo apremia, y el ultimátum libertario parece ser solo el comienzo de un proceso de reconfiguración que podría marcar el final de la hegemonía de Macri en el PRO.

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