La compañía aérea lowcost Flybondi ha reprogramado 71 vuelos entre el 24 y el 31 de diciembre, impactando a aproximadamente 13.000 pasajeros. Según la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), estos cambios forman parte de un plan operativo presentado por la empresa para corregir problemas de incumplimiento. Flybondi afirma que las reprogramaciones fueron informadas con 20 días de anticipación, pero la ANAC sostiene que estos vuelos no fueron reemplazados, clasificándolos técnicamente como cancelaciones.

El desempeño de Flybondi ha sido motivo de críticas constantes. En noviembre, el 33% de sus vuelos presentó irregularidades, y entre agosto y noviembre, la empresa fue catalogada como la más impuntual de Argentina, con índices de puntualidad inferiores al 60%, según un informe de Adventus. Ante esta situación, la Secretaría de Transporte evalúa imponer sanciones que podrían incluir multas de hasta $200 millones, suspensión de rutas y la revocación del Certificado de Explotador de Servicios Aéreos (CESA).

Flybondi atribuye sus problemas operativos a retrasos en la cadena de suministro global, que han extendido los tiempos de reparación de su flota. A pesar de esto, fuentes del Gobierno cuestionan la gestión de la compañía, destacando que incluso con facilidades otorgadas, como la posibilidad de operar con tripulaciones extranjeras y aviones de otros países, los problemas no han sido resueltos.

Aunque Flybondi reportó avances en su plan de normalización, logrando operar 577 vuelos con un cumplimiento del 100% en una semana de diciembre, la acumulación de actas de infracción y el retraso en los procesos judiciales para aplicar sanciones mantienen la tensión con el Gobierno. La empresa se enfrenta a un panorama incierto mientras intenta estabilizar sus operaciones y evitar sanciones más severas.