El Gobierno nacional ha intensificado sus esfuerzos para moderar los aumentos salariales con el objetivo de alinear las paritarias a la baja inflacionaria proyectada para 2025. El Ministerio de Economía estableció una pauta de incrementos del 1% mensual, limitando la homologación de acuerdos que superen este margen. Este enfoque afecta sectores como el Sindicato de Camioneros y la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), cuyos convenios recientes no han sido homologados.
En el caso de Camioneros, la última propuesta empresarial incluye un aumento del 8% para el trimestre diciembre-febrero, distribuido en tres tramos, junto con un bono y un aporte para la obra social. FATSA, por su parte, acordó un incremento del 11,4% para octubre-diciembre, pagado por la mayoría de las empresas, pero sujeto a revisión. Otros gremios, como Comercio, SMATA, Alimentación y Gastronómicos, negociaron incrementos que oscilan entre el 5% y el 16% en diferentes tramos.

El 2024 estuvo marcado por una fuerte dispersión salarial entre los sectores. Según datos del Ministerio de Trabajo, mientras algunos gremios superaron ampliamente la inflación (como Gastronómicos con un 23% de mejora real), otros apenas la igualaron o quedaron rezagados. El salario medio real en el sector privado mostró recuperación en octubre, superando niveles previos a la devaluación de diciembre de 2023, mientras que el sector público experimentó una caída más pronunciada.
El investigador Luis Campos de la CTA Autónoma destacó que esta dispersión fue característica del año, con sectores privados registrando incrementos reales desiguales, mientras el sector público mantuvo una tendencia general de retroceso. Además, señaló que las diferencias entre sectores privados y públicos se profundizaron, con algunos logrando una recuperación rápida y otros quedando relegados.

Para 2025, el escenario plantea desafíos clave: un entorno de inflación más controlada podría estabilizar las negociaciones, pero la disparidad salarial seguiría siendo un punto de debate. Se espera que las discusiones sectoriales se centren en el impacto económico y laboral de una economía más estable.


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