El presidente Javier Milei firmó un decreto que ordena una profunda reestructuración en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), organismo creado tras la disolución de la AFIP. Las medidas incluyen una reducción del 80% en los sueldos de los cargos jerárquicos y un recorte del 45% en la estructura de empleados inferiores. Estas acciones se enmarcan en la política de ajuste fiscal del Gobierno y en medio de tensiones internas con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien había cuestionado los bajos salarios que percibe.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció las medidas en redes sociales, destacando que buscan terminar con los «privilegios y el gasto desenfrenado» en ARCA. Según el decreto, el salario del Director Ejecutivo y de los directores generales del organismo será recortado significativamente, quedando equiparado con el de los ministros del Gabinete. El actual director del organismo, Juan Pazo, y su equipo asumirán los ajustes establecidos.
El Gobierno también dispuso una reducción en el presupuesto destinado a la cuenta de jerarquización, bajándolo del 0,65% al 0,60%. Esto generará un ahorro proyectado de 121.000 millones de pesos para 2025 en sueldos de funcionarios. Adicionalmente, la mesa chica de Balcarce 50 planteó un rediseño de ARCA, que ahora funcionará con nueve cargos jerárquicos, 18.158 empleados y sueldos promedio de 4 millones de pesos.
Estas medidas son parte de un plan mayor para optimizar el gasto público, aunque también reflejan las tensiones en el oficialismo. La vicepresidenta Villarruel, en desacuerdo con los recortes, expresó públicamente su descontento, lo que provocó reacciones desde el Ejecutivo, sugiriendo que «si no le gusta, que se vaya».
El organismo, que depende del Ministerio de Economía liderado por Luis Caputo, continuará con su misión de recaudación fiscal bajo este esquema reducido y con un enfoque en la eficiencia operativa.


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