El temor industrial crece ante la apertura comercial y la pérdida de competitividad

La industria argentina enfrenta un escenario de apertura comercial que combina la eliminación del impuesto PAIS, menores plazos para importar, aranceles reducidos y la apreciación del peso. A esto se suman la devaluación del real brasileño y del yuan chino, lo que intensifica la competitividad de los productos extranjeros. Este panorama preocupa al sector industrial, que advierte sobre posibles cierres de fábricas y despidos si no se toman medidas para equilibrar la situación.

Contexto actual

La apertura comercial es un hecho, con importaciones más fluidas gracias a la eliminación de licencias previas como el SIRA y plazos más cortos para acceder a dólares para pagar importaciones. Estas medidas, aunque positivas para el acceso a insumos industriales, también permiten una entrada masiva de bienes terminados. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), las importaciones alcanzarán los US$67.449 millones en 2025, un incremento del 11%, mientras que la economía crecerá un 4,5%.

Sin embargo, el sector advierte que la recuperación económica beneficiará principalmente a los bienes importados, afectando la producción local y generando un déficit comercial estimado en US$3000 millones con Brasil, según la consultora Abeceb. Este déficit, que fue de US$308 millones en 2024, refleja un aumento exponencial debido a las importaciones provenientes del país vecino.

Preocupaciones industriales

Javier Madanes Quintanilla, de Aluar, expresó su inquietud por el aumento de productos importados terminados, especialmente en sectores como la construcción. Otros referentes industriales, como José Urtubey, piden reducir la presión tributaria como paso previo a la apertura comercial para mejorar la competitividad frente a países vecinos, como Brasil y Chile, que devalúan sus monedas de manera constante.

El sector textil también enfrenta desafíos similares, con empresarios que prevén un aumento en los cierres de fábricas y despidos. Un ejemplo reciente fue el cierre de la fábrica de calzado Dass en Coronel Suárez, que dejó a 360 trabajadores sin empleo.

Medidas solicitadas al Gobierno

La Unión Industrial Argentina (UIA) solicitó al Gobierno medidas concretas, como la presentación de una Ley Pyme en el Congreso, que permita generar un entorno más competitivo. Además, la industria pide revisiones arancelarias en el marco del Mercosur, con el objetivo de incrementar las excepciones en posiciones arancelarias para proteger ciertos sectores.

Aunque el Gobierno eliminó barreras como el impuesto PAIS y autorizaciones previas, los industriales insisten en que estas acciones no son suficientes para evitar una crisis en la producción nacional. Las preocupaciones giran en torno a la pérdida de valor agregado local, una mayor dependencia de bienes importados y el impacto negativo en el empleo.

Perspectivas para 2025

El sector espera que el Gobierno tome decisiones urgentes para evitar una recesión industrial en medio de un entorno de apertura comercial total. Las únicas restricciones actuales son de tipo financiero, ligadas a los plazos de pago al exterior definidos por el Banco Central. Sin embargo, el peso argentino sigue apreciándose, lo que facilita aún más las importaciones y afecta negativamente a la producción local.

Los industriales coinciden en que, sin medidas de protección y competitividad, el año 2025 podría estar marcado por más cierres de fábricas, despidos y un déficit comercial creciente, particularmente con Brasil y China.

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