Argentina y EE.UU: De la diplomacia presidencialista a la cooperación estratégica

La relación bilateral entre Argentina y Estados Unidos experimentará un nuevo impulso con el regreso de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., un cambio esperado por el gobierno de Javier Milei, quien desde su llegada al poder ha buscado alinearse estrechamente con el republicano.

Desde antes de las elecciones, Milei mostró su apoyo hacia Trump, y este acercamiento se ha materializado en gestos de respaldo mutuo. El objetivo de la Casa Rosada es fortalecer la cooperación con Estados Unidos en áreas clave como inversiones, especialmente en el sector tecnológico, comercio, inteligencia y seguridad, y consolidar un eje ideológico liberal conservador a nivel global.

El canciller argentino, Gerardo Werthein, jugará un rol crucial en la implementación de esta agenda, que se centrará en aumentar las inversiones y mejorar la relación comercial, mientras se buscan exenciones y beneficios en sectores estratégicos como minerales, energías renovables e hidrocarburos. A pesar de la cercanía política, la relación se ve influenciada por las realidades geopolíticas, como la estrategia de Trump para contrarrestar la influencia china en la región, un tema de especial relevancia para Argentina, que mantiene una relación comercial importante con China.

En cuanto a la política exterior, la Argentina ha adoptado un enfoque presidencialista, alineándose con las posturas de Estados Unidos en foros internacionales como la ONU y la OEA. Esto se refleja en cambios en la posición argentina sobre temas como el embargo a Cuba y la Agenda 2030. Milei ha dejado claro que la política global de Argentina debe alinearse con la de EE.UU.

Estados Unidos reconoce la importancia de Argentina para su estrategia regional, lo que se refleja en los gestos de Trump y su entorno hacia Milei. Además, figuras clave de la administración Trump, como Marco Rubio, quien se espera priorice la relación con América Latina, y Christopher Landau, exembajador en México, podrían reforzar el enfoque hacia la región. Sin embargo, la Argentina no se convertirá en un jugador comercial clave para EE.UU., sino en un aliado ideológico, con el apoyo de figuras como Giorgia Meloni en Italia.

El gobierno de Milei espera que esta relación más estrecha con la Casa Blanca brinde mayores beneficios a Argentina, especialmente en un contexto de competencia geopolítica con China. La posición de Trump sobre temas como Venezuela y la política migratoria también generará expectativas en América Latina, mientras Argentina se prepara para aprovechar esta oportunidad.

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