Argentina se perfila para un crecimiento económico del 4.8 % en 2025, liderado por los sectores agrícola y minero, según el informe “Perspectivas Económicas Mundiales” del Banco Mundial. Estos sectores no solo generan divisas esenciales, sino que posicionan al país como un actor clave en la economía global, enfrentando desafíos locales y adaptándose a las demandas de un mercado en constante transformación.
Agricultura: Resiliencia e innovación constante
El sector agropecuario argentino, tradicionalmente robusto, se consolida como el corazón de las economías regionales y un referente en innovación. Productos básicos como la soja, el maíz y el trigo seguirán liderando las exportaciones, con precios internacionales favorables. Además, el uso de biotecnología avanzada y herramientas digitales como drones han mejorado la eficiencia y productividad del sector.
Productos de alto valor agregado, como la carne y el vino, refuerzan la oferta exportadora, diversificando los ingresos. Sin embargo, el cambio climático, en especial los fenómenos como La Niña y las sequías, representa un desafío significativo, que obliga al sector a fortalecer su resiliencia para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Litio: El “oro blanco” del futuro
El litio, esencial para las baterías de autos eléctricos, será uno de los principales motores de crecimiento en 2025. Argentina, como parte del “Triángulo del Litio” junto a Bolivia y Chile, posee más del 50 % de las reservas mundiales de este mineral. Este recurso se posiciona como clave en la transición global hacia energías limpias, impulsando las exportaciones y atrayendo inversiones al país.
A pesar de su potencial, el sector enfrenta desafíos externos, como la evolución de la demanda internacional y la estabilidad de los precios, y desafíos internos, relacionados con la necesidad de garantizar inversiones responsables y equilibrar las relaciones con las comunidades locales afectadas por la actividad minera.
Escenario regional y desafíos locales
En el contexto regional, América Latina crecerá a un ritmo moderado del 2.5 % en 2025, con países como Chile y Perú afectados por una menor demanda de China y Brasil enfrentando restricciones monetarias. Sin embargo, Argentina podría destacarse si logra mantener el control de la inflación, estabilizar las tasas de interés y fortalecer sus exportaciones.
Los principales riesgos para la economía argentina incluyen la volatilidad de los precios de las materias primas, las tensiones comerciales internacionales y la persistencia de la inflación. Sin embargo, una combinación de factores internos y externos favorables podría consolidar la recuperación proyectada.
Perspectivas económicas hacia 2025
El Banco Mundial señala que Argentina tiene una oportunidad única de apoyarse en la agricultura y la minería como pilares de crecimiento económico sostenible. Con una gestión estratégica y equilibrada de estos sectores, el país puede enfrentar los desafíos internos y externos, consolidando su posición como un actor clave en la economía regional y global.
La clave estará en combinar innovación, sostenibilidad y políticas públicas responsables para aprovechar el potencial de estos motores económicos y construir un futuro más sólido.


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