El Gobierno decidió postergar hasta el 1° de marzo la actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que estaba prevista para el 1° de febrero. La medida busca mitigar el impacto en los precios de los surtidores y contener la inflación.
La decisión fue oficializada mediante el Decreto 51, publicado en el Boletín Oficial, y fue tomada por la Secretaría de Energía, liderada por María Tettamanti. Aunque la actualización impositiva se pospuso, aún resta conocer qué ajuste aplicarán las petroleras en el precio de los combustibles.
Motivos de la prórroga
El Gobierno justificó la postergación argumentando que la actualización de estos tributos impacta directamente en el precio de la nafta y el gasoil, afectando el costo del transporte y, por ende, la economía en general. Además, señalaron que el precio del crudo internacional ha aumentado, lo que ya presiona los valores internos del combustible.
Durante febrero, los impuestos se mantendrán sin cambios, es decir, con los mismos valores vigentes hasta ahora.
Qué pasará en marzo con el impuesto a los combustibles
A partir del 1° de marzo, el Gobierno aplicará la actualización de los impuestos al combustible, correspondiente al primer trimestre de 2024. Sin embargo, según el decreto, los ajustes se implementarán de manera parcial, mientras que los incrementos del segundo y tercer trimestre serán diferidos completamente.
El ICL y el IDC fueron creados por la Ley 23.966 de 1998, con el propósito de financiar viviendas e infraestructura. Estos tributos se calculan en función de montos fijos sobre productos derivados del petróleo y se actualizan con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el INDEC.
Nuevas tarifas de gas y luz
Además de esta medida, el Gobierno anunció un ajuste en las tarifas de gas y electricidad, con aumentos del 1,6% y 1,5%, respectivamente. También avanzó en la reducción de subsidios energéticos para los hogares clasificados como N2 y N3.


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