Tras la reducción de impuestos para el sector agropecuario y la industria automotriz, la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) solicitaron al Gobierno medidas similares para el consumo masivo. En una carta dirigida al presidente Javier Milei y a los ministros Luis Caputo (Economía) y Federico Sturzenegger (Desregulación), advirtieron sobre el impacto de la alta presión fiscal en los precios finales que pagan los consumidores.

Reclamo por la alta carga impositiva en los alimentos

Las entidades del supermercadismo expresaron su apoyo a la reducción del gasto público y la baja de impuestos aplicada a otros sectores, pero reclamaron que se extienda a los bienes de consumo masivo, especialmente los alimentos. Según señalaron, los productos esenciales tienen una carga tributaria de aproximadamente 50% en su precio final.

En su carta, instaron a gobernadores e intendentes a reducir impuestos provinciales y municipales, como Ingresos Brutos y diversas tasas que consideran distorsivas y sin contraprestaciones adecuadas:

«Es mucho lo que queda por hacer, comenzando por Ingresos Brutos y continuando con tasas municipales que solo sirven para recaudar sin brindar una contraprestación equivalente».

Las entidades destacaron que la inflación ha comenzado a reducirse, pero que es necesario avanzar en la baja de impuestos sobre los alimentos, ya que estos afectan principalmente a los sectores más vulnerables.

Medidas económicas recientes y el pedido de otros sectores

Desde su asunción, Javier Milei ha impulsado reformas para reducir el déficit fiscal, logrando los primeros superávits fiscales en más de una década. Entre sus medidas, se destacan:

• Reducción de retenciones a las exportaciones agropecuarias para fomentar la oferta de dólares.
• Eliminación y reducción de impuestos en el sector automotriz para reactivar el consumo.

El reclamo por alivio fiscal no se limita a los supermercados. La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) advirtió que los altos impuestos sobre los créditos personales agravan la situación económica de los sectores más vulnerables. Según su informe, la estructura fiscal de los préstamos personales eleva significativamente el costo financiero, ya que incluyen:

• IVA del 21% sobre los intereses.
• Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios (1,2% por cada operación).
• Ingresos Brutos provinciales, que en Buenos Aires llegan al 9%.
• Retenciones de Ganancias, entre 5% y 35%.
• Tasas municipales, que promedian el 5% a nivel nacional.

Según CADAM, cerca de la mitad del dinero obtenido en un crédito termina destinándose a impuestos, lo que reduce el poder adquisitivo y perpetúa la exclusión económica de los sectores más afectados. La entidad instó a los gobiernos provinciales y municipales a adherir al Régimen de Transparencia Fiscal, vigente desde el 1 de enero, para coordinar medidas de alivio tributario.

En este contexto, crece la presión de distintos sectores para que el Gobierno avance en una reducción impositiva más amplia, aliviando el impacto de los impuestos en el consumo y el acceso al crédito.