El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, lanzó el partido Movimiento Derecho al Futuro, una nueva fuerza política peronista que busca disputarle el liderazgo de la oposición a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La presentación del espacio, realizada el sábado, contó con el apoyo de intendentes, gremios y legisladores.

Bajo la consigna «Abrazar al pueblo y encender la esperanza», el documento de convocatoria del partido plantea que el peronismo enfrenta un «desafío histórico»: reconstruirse para ser una alternativa al «ajuste y la crueldad» del gobierno de Javier Milei. Además, critica al modelo económico actual, al que acusa de fomentar la especulación financiera y la concentración de la riqueza, y propone la construcción de una fuerza política que represente a trabajadores, comerciantes, estudiantes y jubilados.

El documento también destaca la figura de Kicillof, asegurando que «se ha convertido en el escudo y la red que luchan por proteger los derechos de los bonaerenses ante un Estado desertor» y señala que mientras el gobierno nacional abandona sus responsabilidades, la Provincia busca mitigar el impacto social de sus políticas.

Entre los principales apoyos al nuevo espacio se encuentran intendentes como Fernando Espinosa (La Matanza), Julio Alak (La Plata), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada), además de sindicatos como la CGT y la CTA, y diputados como Hugo Yasky, Daniel Gollán, Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero.

Cruces con el kirchnerismo

El lanzamiento del partido generó fuertes tensiones dentro del peronismo, especialmente con sectores cercanos a Cristina Kirchner. Desde el kirchnerismo cuestionaron la jugada de Kicillof, acusándolo de dividir el movimiento. Oscar Parrilli, uno de los dirigentes más cercanos a la expresidenta, criticó la decisión y la calificó de «absolutamente desubicada, innecesaria y fuera de tiempo».

Desde el gobierno bonaerense salieron a responderle. Carlos Bianco, ministro de Gobierno de Kicillof, defendió el nuevo espacio y lanzó una chicana a los críticos: «Algunos compañeros confundieron las operaciones matemáticas. Este espacio viene a sumar y multiplicar, no a restar ni dividir». Además, aseguró que «la relación con Cristina Kirchner no cambia» y que el partido es simplemente una «nueva organización dentro del peronismo».

La tensión entre Kicillof y el kirchnerismo marca una nueva fractura en el peronismo, con el gobernador bonaerense consolidando su liderazgo y atrayendo apoyos clave en la Provincia, mientras desde el sector de Cristina Kirchner intentan contener la interna de cara al futuro político del espacio.