A partir de marzo de 2025, entrarán en vigencia una serie de aumentos en diversos sectores, lo que ejercerá mayor presión sobre el bolsillo de los argentinos. Entre los rubros afectados se encuentran la medicina prepaga, los alquileres, el transporte público y los servicios de cable y telefonía.

Prepagas

Las empresas de medicina privada aplicarán aumentos de entre el 1,9% y el 2,2% en marzo para los afiliados directos (quienes no derivan aportes de obras sociales). Sin embargo, un grupo de 1,4 millones de personas mantendrá el mismo valor que en febrero debido a la eliminación de la triangulación entre obras sociales y prepagas, según lo dispuesto por el Gobierno en la resolución 1/2025 del Ministerio de Salud.

Alquileres

Los contratos que aún están regidos por la anterior Ley de Alquileres tendrán un aumento del 149,3%, cifra menor en comparación con los incrementos de los últimos meses. En febrero la suba fue del 174%, en enero del 190,69%, y en diciembre de 2024 alcanzó el 208,67%. A pesar de esta desaceleración, el incremento sigue representando un gasto significativo para los inquilinos.

Transporte

• Subtes: La tarifa del subte en la Ciudad de Buenos Aires aumentará un 10% desde el 28 de febrero, con ajustes adicionales del 2% mensual más la inflación durante los próximos 12 meses. Se mantendrán los descuentos de la Red SUBE para quienes hagan combinaciones de transporte.
• Colectivos: En la Ciudad de Buenos Aires, la tarifa de las 31 líneas de colectivos que operan exclusivamente dentro del distrito subió un 10% desde el 21 de febrero. En la Provincia de Buenos Aires, el incremento también será del 10% para las líneas numeradas del 200 en adelante, tras una consulta ciudadana realizada por el Ministerio de Transporte bonaerense. A nivel nacional, no hay aumentos previstos para marzo.

Cable y telefonía

Los servicios de televisión por cable y telefonía aumentarán entre un 2,5% y un 2,7%, según informaron las empresas del sector. Este ajuste dependerá de cada operador y el tipo de servicio contratado.

Estos aumentos se suman a un contexto inflacionario que continúa afectando a la economía argentina, impactando en los costos de vida de la población.