Ayer 24 de marzo, miles de personas se movilizaron a Plaza de Mayo para conmemorar el aniversario del golpe de Estado de 1976 en un contexto político tenso.

Organizaciones de derechos humanos, sectores de la oposición y movimientos sociales expresaron su repudio a las políticas del gobierno de Javier Milei, especialmente en materia de memoria histórica.

Desde la mañana, agrupaciones como La Cámpora, encabezada por Máximo Kirchner y Eduardo «Wado» de Pedro, marcharon desde la ex ESMA hasta Plaza de Mayo. A pesar de la masividad del evento, el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, decidió no aplicar el protocolo antipiquetes, permitiendo el desarrollo pacífico de la jornada.

El debate sobre el “negacionismo” volvió a estar en el centro de la escena, con declaraciones de funcionarios oficialistas que minimizaron el número de desaparecidos. Organismos como Abuelas y Madres de Plaza de Mayo repudiaron estos dichos y reclamaron mayor compromiso del Estado en la búsqueda de los bebés apropiados por la dictadura.

El acto central, que inició a las 16:30, contó con un discurso de Estela de Carlotto, quien reiteró la importancia de garantizar la restitución de identidad de los nietos robados y destacó que ya se han resuelto 139 casos. También instó a la sociedad a continuar con la búsqueda.

La movilización, además de recordar a los 30.000 desaparecidos, se convirtió en una fuerte demostración de oposición al gobierno de Milei, con consignas contra sus políticas de ajuste y su visión sobre los derechos humanos.