El nuevo acuerdo con el FMI prevé un préstamo de US$20.000 millones para Argentina, lo que elevará su deuda con el organismo a US$60.000 millones. Actualmente, el país representa el 28% del total de créditos otorgados por el Fondo, pero con este nuevo préstamo su participación podría aumentar al 47%, convirtiéndose en el principal deudor del organismo.
El FMI tiene préstamos con 95 países, entre los cuales Argentina es el mayor deudor, seguido por Ucrania, Egipto, Ecuador y Pakistán. La titular del Fondo, Kristalina Georgieva, afirmó que el acuerdo podría cerrarse antes del 21 de abril. En ese contexto, se estima que el FMI mantendría una cartera total de US$130.000 millones, de los cuales casi la mitad corresponderían a Argentina.
Según análisis del Banco Provincia (Bapro), si los giros del nuevo préstamo llegan antes de septiembre de 2026, cuando comienzan los pagos de capital, el endeudamiento del país con el FMI alcanzará el tope de US$60.000 millones. Además, hasta esa fecha solo se abonarán intereses, que sumarán alrededor de US$4.000 millones, sin reducir el capital adeudado.
El desembolso inicial del préstamo podría ser del 40% (US$8.000 millones), aunque existe presión política para aumentarlo. La congresista republicana María Elvira Salazar solicitó al secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, que el primer envío sea del 75% (US$15.000 millones). Este respaldo político se enmarca en la buena relación entre Javier Milei y Donald Trump.
La creciente exposición del FMI a la deuda argentina genera preocupación, ya que la oposición advirtió que podría desconocer el acuerdo en caso de retornar al poder. Senadores de Unión por la Patria (UxP) enviaron una carta al organismo alegando que el pacto viola la legislación vigente y que no lo reconocerán como válido. El ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que este mensaje tuvo impacto en el FMI y acusó a la oposición de intentar desestabilizar el acuerdo.


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