El presidente Javier Milei apuesta a su relación estratégica con Donald Trump para minimizar los efectos de la nueva política arancelaria que Estados Unidos aplicará a nivel global. Trump anunciará hoy un incremento de aranceles recíprocos que afectará a todos los países, incluyendo Argentina, lo que podría impactar fuertemente en las exportaciones nacionales.

Argentina en la mira de los aranceles de Trump

Trump autorizó la publicación de un informe de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) que detalla barreras arancelarias en diferentes países, incluyendo Argentina. Según el documento, la asimetría en los impuestos a la importación entre ambos países es considerable. Mientras Argentina aplica aranceles altos en sectores como alimentos (16%), plásticos (11%) y textiles (20,9%), Estados Unidos mantiene tasas mucho más bajas.

El informe confirma que Argentina sufrirá las nuevas medidas proteccionistas de Washington, a pesar de su alineación con el gobierno republicano. Estas restricciones ya han afectado sectores como el acero y el aluminio y ahora se extenderán a otros productos.

Gestiones diplomáticas para evitar un golpe económico

El embajador argentino en Estados Unidos, Gerardo Werthein, se reunió con el senador Marco Rubio para explorar estrategias que mitiguen el impacto de estas medidas. Además, el canciller argentino dialogará con Jamieson Greer, jefe de la USTR y asesor clave de Trump, con el objetivo de negociar excepciones arancelarias para ciertos productos nacionales.

Milei también intervendrá personalmente en esta cuestión. Durante su viaje a Estados Unidos para recibir una distinción en Mar-a-Lago, mantendrá una reunión privada con Trump, acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y Werthein. En el encuentro, el mandatario argentino buscará negociar un acuerdo comercial que favorezca a Argentina y discutir la situación con el FMI.

Un panorama incierto para la economía argentina

La estrategia de Trump apunta a presionar a los países para que reduzcan sus barreras arancelarias y fomenten la instalación de empresas en territorio estadounidense. El nuevo esquema tributario podría provocar una guerra comercial a nivel global, involucrando a Europa, China, Japón, México, Brasil y Canadá.

Milei, sin embargo, busca evitar que Argentina quede atrapada en esta disputa y apuesta a su sintonía ideológica con Trump para obtener concesiones comerciales que alivien la carga arancelaria sobre las exportaciones nacionales.

Esta jugada diplomática representa una apuesta política a largo plazo, en la que el gobierno argentino confía en que su alineación con la administración republicana traerá beneficios económicos y comerciales para el país.