El Gobierno argentino, a través del Ministerio de Economía, afirmó que la incertidumbre económica global generada por la política arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump no alterará el plan económico ni las negociaciones en curso con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según fuentes del Palacio de Hacienda, el Ejecutivo confía en cerrar un nuevo acuerdo con el organismo antes del 21 de abril, que contempla un préstamo de 20.000 millones de dólares, de los cuales el 40% sería desembolsado de forma inmediata para capitalizar al Banco Central.
Cercanos al ministro de Economía, Luis Caputo, descartaron rotundamente que la inestabilidad internacional pueda modificar la estrategia oficial, asegurando que “nada” cambiará y que esta vez el país no se verá afectado. Argumentan que Argentina cuenta actualmente con “fundamentos sólidos”: equilibrio fiscal, superávit comercial y ausencia de emisión monetaria, lo que le permite resistir mejor los efectos de un posible shock externo.
Desde la Casa Rosada, por su parte, también minimizaron el impacto del “cimbronazo financiero”, reiterando que “todo marcha acorde al plan” (TMAP). Señalaron además que Argentina se encuentra entre los cinco países del mundo con superávit fiscal-financiero, algo que consideran clave para mantener el rumbo trazado por el gobierno de Javier Milei.
El equipo económico recordó que el riesgo de volatilidad externa ya estaba previsto desde hace meses, y que Caputo lo había advertido en el marco del G20. Frente a esto, remarcaron que se sostendrá una política ortodoxa, tanto fiscal como monetaria, con el objetivo de continuar fortaleciendo al Banco Central. En comparación con crisis anteriores, aseguraron que ahora el país está mejor preparado y que la actual situación internacional no lo hará tambalear.
Finalmente, tanto desde el entorno de Caputo como del presidente Milei, destacaron que su visión económica está enfocada en el largo plazo y que no se verá influida por vaivenes de corto plazo. Reiteraron que Argentina atraviesa una situación estructuralmente diferente a la del pasado y que la incertidumbre global no modificará el rumbo económico.


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