El precio internacional del petróleo cayó casi un 4% y perforó el piso de los 60 dólares por barril por primera vez desde enero de 2021, en medio de una creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China. El crudo Brent, que marca la referencia global en los precios de los combustibles, se cotizó este miércoles a 58,86 dólares para las entregas de junio, acumulando una caída del 27,11% desde el 2 de abril, cuando se ubicaba cerca de los 75 dólares.

Esta baja se vio potenciada por el anuncio de nuevos aranceles por parte del expresidente estadounidense Donald Trump y por la decisión de la OPEP de aumentar su producción, lo cual genera una mayor oferta en un contexto de incertidumbre económica global.

Impacto en Argentina

La caída del precio del petróleo tendrá consecuencias para la economía argentina, al representar un “shock externo” negativo. Según estimaciones de PPI, la guerra comercial podría recortar en unos 2.000 millones de dólares las exportaciones argentinas debido a la baja en los precios internacionales tanto del petróleo como de la soja.

Particularmente, las exportaciones de crudo se verían afectadas en aproximadamente 1.100 millones de dólares: de un valor estimado de 7.500 millones, se pasaría a 6.400 millones en 2025, considerando una proyección de 100 millones de barriles exportados.

Posición de YPF frente a la caída

Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, aseguró que la petrolera estatal está preparada para resistir precios aún más bajos. Indicó que la compañía puede operar sin pérdidas incluso con un barril a 40 dólares, gracias a su transformación en una empresa de producción no convencional, lo que le otorga mayor resiliencia ante contextos adversos.

Marín también reiteró su compromiso con los consumidores y expresó que, como sucede en otras partes del mundo, si el precio del crudo baja, ese descenso se trasladará a los surtidores en Argentina. Recordó que en octubre de 2024 ya se habían aplicado reducciones del 1% en naftas y del 2% en gasoil por una caída anterior del Brent.

El contexto actual, marcado por una guerra comercial entre las principales potencias del mundo, renueva los temores de una recesión global y tiene efectos directos tanto en los precios internacionales del crudo como en la economía argentina.