La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció que su movilización con motivo del Día del Trabajador se realizará el próximo 30 de abril, un día antes de la tradicional fecha del 1° de mayo. La decisión fue adoptada este martes durante una reunión del Consejo Directivo en la histórica sede de la central obrera. Según explicaron varios dirigentes, la fecha se modificó por razones organizativas, ya que anticipan que muchos afiliados aprovecharán el feriado para descansar, lo que podría disminuir la convocatoria.

Además del anuncio de la marcha, el encuentro se centró en la estrategia para frenar la reforma sindical que se debate actualmente en la Cámara de Diputados. En ese sentido, la CGT, junto con las dos CTA, confirmó su participación en la Comisión de Legislación del Trabajo, donde el próximo martes expondrán su rechazo al proyecto de Democracia Sindical.

Reforma en debate y rechazo sindical

El proyecto, impulsado por legisladores de bloques como La Libertad Avanza, el PRO y la UCR, propone eliminar la reelección indefinida en los gremios, prohibir la cuota solidaria —una fuente clave de financiamiento sindical—, garantizar la representación de minorías y obligar a los sindicalistas a presentar declaraciones juradas de bienes. Además, plantea avanzar en la democratización de las obras sociales sindicales.

El informe legislativo sobre la iniciativa fue presentado por Sergio Palazzo, líder del gremio bancario y vicepresidente de la comisión en la Cámara baja.

Tensiones internas y unidad parcial

La reunión reflejó tensiones internas dentro de la CGT. No participaron del encuentro figuras del ala dialoguista como Carlos Acuña, Gerardo Martínez (UOCRA), José González (Comercio) y Sergio Sasia (Ferroviarios). En cambio, la deliberación fue liderada por Héctor Daer (Sanidad) y Octavio Argüello (Camioneros), acompañados por unos veinte dirigentes.

Pese a las diferencias, hubo consenso en rechazar el avance del proyecto de reforma sindical. Los dirigentes coincidieron en que el nuevo contexto económico —caracterizado por una aceleración de precios y caída del salario real— hace indispensable defender el actual modelo sindical y las herramientas de representación y financiamiento del movimiento obrero.

Algunos referentes sindicales expresaron reparos sobre la elección de un día hábil para la movilización, ya que consideran que podría restarle concurrencia. Sin embargo, otros destacaron que la medida generará mayor impacto en la actividad económica y visibilidad pública, fortaleciendo el mensaje gremial en defensa de los derechos laborales.