Milei negó intervención del Banco Central y el dólar se desplomó: Bajó hasta $1.160

En una jornada marcada por la volatilidad cambiaria, el presidente Javier Milei ratificó que el Banco Central no intervendrá en el mercado hasta que el dólar alcance los $1.000, piso de la banda cambiaria establecida. La declaración oficial generó un fuerte impacto en el mercado: el tipo de cambio minorista se desplomó hasta los $1.160, mientras que el mayorista cerró en $1.135.

La confirmación presidencial aceleró la liquidación de divisas del sector agroexportador, que enfrenta un escenario adverso por la baja en el tipo de cambio y el fin próximo de la reducción de retenciones, previsto para junio. «Yo le diría al campo que se apure para liquidar», advirtió Milei, dejando en claro que no habrá cambios en la política monetaria actual.

El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró la baja en la cotización del dólar y aseguró que la misma contribuyó a frenar la remarcación de precios por parte de empresas de consumo masivo. “La devaluación fue menor a la esperada, y no debería generar un nuevo pico inflacionario”, subrayó.

En paralelo, los bancos aumentaron las tasas de interés en pesos hasta el 38%, lo que reactivó el “carry trade”: inversiones especulativas en moneda local que buscan aprovechar los altos rendimientos con un tipo de cambio estable o en retroceso. Incluso el banco JP Morgan recomendó apostar por bonos en pesos, ante lo que considera un contexto favorable.

El Banco Central, en línea con las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), proyecta recomprar cerca de USD 5.000 millones antes de junio para reforzar sus reservas netas. No obstante, la compra solo se realizará si el dólar llega al piso de la banda, una posibilidad que los analistas ya ven como cada vez más probable.

Pese a la actual calma financiera, algunos indicadores generan preocupación. En marzo, las importaciones crecieron un 38% mientras que las exportaciones retrocedieron un 2,5%, reflejando una pérdida de competitividad que podría comprometer el equilibrio externo a mediano plazo.

Por el momento, el Gobierno se sostiene sobre tres pilares: superávit fiscal, ancla monetaria y ajuste del gasto público. Sin embargo, si el dólar efectivamente perfora los $1.000, el BCRA deberá intervenir. La incógnita que se instala en los mercados es hasta qué punto podrá sostenerse esta estrategia sin alterar el rumbo económico.

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