En su primera semana sin cepo cambiario, el tipo de cambio oficial subió $57, un 5,9%, pero se mantuvo en calma dentro de los márgenes establecidos por el nuevo esquema de flotación. Desde el lunes 14 de abril, el dólar mayorista osciló entre $1135 y $1198, sin alcanzar el techo de $1400 fijado en la banda de flotación.

Aunque algunas restricciones continúan vigentes para las empresas, el Gobierno levantó las principales trabas para las operaciones cambiarias de personas físicas. Con esto, se habilitó nuevamente la compra de dólar ahorro, mientras que el mercado comenzó a regirse por una libre flotación dentro de bandas amplias, tal como se acordó con el FMI.

Según Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio, los precios buscaron un nuevo equilibrio sin generar tensiones, en un contexto de volatilidad contenida y una mayor oferta de divisas. Esta abundancia respondió al ingreso de dólares por parte de exportadores y al desembolso de US$12.000 millones del FMI, junto con US$1500 millones del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Así, las reservas del Banco Central pasaron de US$24.704 millones a US$38.612 millones.

En tanto, el regreso del dólar ahorro por homebanking no provocó un colapso en los sistemas bancarios. Si bien hubo un pico de operaciones el lunes —cuando se compraron y vendieron US$64 millones netos— el volumen se redujo a US$23 millones el martes. La compra promedio fue de US$30.000 por cliente, aunque muchas de las operaciones fueron pequeñas y de carácter “exploratorio”, según señalaron fuentes bancarias.

El Gobierno valora positivamente estos primeros resultados, ya que en los primeros tres días hábiles de esta nueva fase económica —que coincidió con el fin de Semana Santa— las variables financieras se comportaron con estabilidad. Con este comienzo auspicioso, la Casa Rosada espera consolidar la apertura del mercado de cambios sin sobresaltos en las próximas semanas.