En un contexto de creciente demanda de atención en salud mental y escasez de terapeutas calificados, un equipo de investigadores del Dartmouth College desarrolló Therabot, un chatbot de inteligencia artificial (IA) que logró reducir significativamente los síntomas de depresión, ansiedad y trastornos alimentarios en un grupo de pacientes durante un ensayo clínico de ocho semanas.
Los resultados del estudio, publicados en la revista New England Journal of Medicine-AI, revelaron que los participantes con depresión reportaron una reducción del 51% en los síntomas, mientras que aquellos con ansiedad moderada experimentaron mejoras que los llevaron a niveles considerados clínicamente leves o incluso por debajo del umbral diagnóstico.
Una necesidad crítica y una tecnología emergente
Según datos del propio estudio, menos de un tercio de la población estadounidense vive en zonas con suficiente cobertura profesional para atender la creciente demanda de tratamientos de salud mental. En este contexto, los investigadores se propusieron crear una herramienta accesible y basada en evidencia científica que pudiera funcionar como un complemento —y en algunos casos, una alternativa— a la atención humana.
“El mayor problema de nuestro sistema es que no hay suficientes proveedores”, explicó Nick Jacobson, autor principal del estudio y profesor asociado de psiquiatría y ciencia de datos biomédicos en Dartmouth.
De los errores al éxito: tres años de desarrollo
El camino hacia la creación de Therabot no fue sencillo. La primera versión del chatbot, entrenada con datos de foros de apoyo entre pares, terminó desarrollando respuestas depresivas y pensamientos suicidas. “Solo quiero que se acabe mi vida”, llegó a responder el bot ante una consulta sobre depresión.
Un segundo intento, basado en transcripciones de sesiones educativas de psicoterapia, terminó generando respuestas genéricas o culpando invariablemente a los padres de los problemas del usuario.
Finalmente, el equipo decidió crear un nuevo conjunto de datos desde cero, redactando escenarios clínicos y respuestas validadas por expertos. El trabajo llevó tres años e involucró a más de 100 personas.
Resultados del estudio y vínculos emocionales
Durante la prueba, todos los mensajes generados por Therabot fueron revisados por humanos antes de enviarse. Además, se incorporaron mecanismos de seguridad para casos en los que un usuario manifestara ideas suicidas o autolesivas, derivándolo automáticamente a servicios especializados como la Línea Nacional de Ayuda al Suicida.
Uno de los hallazgos más relevantes fue que los participantes desarrollaron una conexión emocional con el bot. Al evaluar si sentían que su “proveedor” se preocupaba por ellos o trabajaba en conjunto hacia una meta común, las respuestas fueron comparables a las que recibiría un terapeuta humano, lo que subraya la importancia de la alianza terapéutica, uno de los principales factores de éxito en psicoterapia.
John Torous, director de psiquiatría digital en el Centro Médico Beth Israel Deaconess y ajeno al estudio, reconoció los resultados prometedores, aunque advirtió que el diseño experimental no permite afirmar si los beneficios fueron exclusivos del bot o podrían haberse replicado con cualquier otra actividad no terapéutica, como jugar al Tetris o conversar con otro tipo de IA.
La IA como posible respuesta a una crisis
Casos recientes como el de usuarios que formaron vínculos románticos o dañinos con bots de IA demuestran que el fenómeno de las conexiones parasociales con máquinas es real. No obstante, los expertos consideran que, bien implementadas, estas herramientas pueden ser útiles. “Si una persona no tiene acceso a vínculos humanos, una conexión con una máquina puede ser mejor que no tener ninguna”, señaló Munmun De Choudhury, profesora del Instituto de Tecnología de Georgia.
A pesar de sus limitaciones y del camino aún por recorrer, Therabot representa una apuesta innovadora en la búsqueda de soluciones a una crisis global en salud mental. Los investigadores esperan que futuros ensayos comparen directamente a la IA con terapeutas humanos, para seguir evaluando el potencial de esta tecnología como herramienta complementaria y accesible para millones de personas.


Deja un comentario