El papa Francisco, de 88 años, falleció este lunes a las 7:35 hora local (05:35 GMT) en su residencia de la Casa Santa Marta, según confirmó oficialmente el Vaticano a través de un video difundido por el cardenal Kevin Joseph Farrell.

El sumo pontífice, nacido en la Argentina bajo el nombre de Jorge Mario Bergoglio, se convirtió en el primer papa latinoamericano y jesuita de la historia. Su muerte marca el fin de una etapa fundamental para la Iglesia católica en el siglo XXI, caracterizada por su fuerte impronta pastoral, social y política.

Última aparición pública

A pesar de sus delicados problemas de salud, el papa Francisco se mostró en público por última vez ayer domingo, cuando presidió la bendición de Pascua desde el Vaticano. Su entorno aseguraba en los días previos que se encontraba “estable”.

Mensaje oficial

“Queridísimos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco”, declaró Farrell al comunicar la noticia. “Esta mañana, a las 7:35, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia”, agregó.

Deterioro de salud y hospitalizaciones

Durante los últimos meses, el Papa había atravesado diversas internaciones debido a afecciones respiratorias y dificultades de movilidad. La más reciente se produjo el 14 de febrero, cuando fue hospitalizado por una bronquitis severa, y su cuadro fue calificado como “complejo”, requiriendo múltiples ajustes en su tratamiento.

El 28 de febrero, Francisco logró salir del estado crítico y el 23 de marzo fue dado de alta, generando alivio en el mundo católico. Sin embargo, su estado de salud volvió a deteriorarse en las últimas semanas, culminando con su fallecimiento este lunes.

La Iglesia inicia ahora un período de luto y transición, en el que se definirán los pasos del Cónclave para la elección del próximo Sumo Pontífice.