En el marco de la causa por violencia de género iniciada por la ex primera dama Fabiola Yañez contra Alberto Fernández, la Justicia comenzó a peritar el celular y una tablet del ex presidente, con el objetivo de acceder a las conversaciones entre ambos. Sin embargo, el proceso se vio atravesado por una solicitud polémica: la defensa del ex mandatario pidió que se destruya la copia del contenido que se obtenga, alegando motivos de privacidad. El juez Julián Ercolini rechazó el planteo.

La abogada defensora de Fernández, Silvina Carreira, argumentó que los dispositivos utilizados por su cliente durante su presidencia contenían información sensible que debía ser protegida. En su presentación ante los tribunales, solicitó que, una vez realizada la extracción de datos, dicha copia fuera eliminada para evitar posibles filtraciones o la exposición de mensajes ajenos a la causa.

No obstante, tanto el fiscal federal Ramiro González como el juez Ercolini desestimaron la solicitud. “La destrucción del contenido impediría la trazabilidad de los documentos digitales originales”, sostuvo el magistrado en su resolución. Además, rechazó pedidos similares de la defensa y de la querella de Yañez para acceder de forma completa a todo el material extraído, señalando que ambas partes ya participan del peritaje con puntos específicos de análisis.

Los dispositivos -un iPhone y una iPad- fueron incautados el 9 de agosto del año pasado en el departamento que Fernández posee en el complejo River View, en Puerto Madero. Desde entonces, estuvieron resguardados en la Fiscalía Federal. Ayer, peritos de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) comenzaron a analizar los equipos, logrando acceder completamente a su contenido gracias a que Fernández proporcionó las claves.

El juez Ercolini ordenó la extracción de todas las comunicaciones entre Fernández y Yañez, incluyendo mensajes en WhatsApp, Telegram, Signal, SMS, Facetime y otros canales, las cuales deberán ser resguardadas en un dispositivo independiente. Aclaró que el resto del contenido es confidencial y no será objeto de análisis, estableciendo que el peritaje debe hacerse con extrema cautela y por la menor cantidad de personas posible, además de ser filmado.

La defensa del ex presidente también solicitó que se incorporen a la causa datos de cinco celulares usados por Yañez y tres de su madre, Verónica Verdugo Yañez, quien figura como testigo. Se aportaron los números correspondientes para el peritaje.

El caso contra Alberto Fernández comenzó a investigarse en agosto de 2024, luego de que Yañez lo denunciara por agresiones físicas y psicológicas, incluidas amenazas para impedir la denuncia. Según el expediente, habría existido al menos dos episodios de violencia física que dejaron marcas visibles en la ex primera dama. La denuncia inicial surgió a partir del contenido del celular de María Cantero, ex secretaria de Fernández.

La Cámara Federal confirmó recientemente el procesamiento del ex mandatario por lesiones leves y graves en contexto de violencia de género, y por amenazas coactivas. Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah destacaron la relación de desigualdad de poder entre Fernández y Yañez, lo que, sumado al aislamiento sufrido por la denunciante en la Quinta de Olivos, habría generado un “marcado deterioro” en su salud.

En disidencia, el juez Roberto Boico votó por dictar la falta de mérito al ex presidente.

Por su parte, Fernández negó las acusaciones, atribuyendo las marcas en el cuerpo de Yañez a tratamientos estéticos o caídas provocadas por el consumo de alcohol. En declaraciones recientes, afirmó que la ex primera dama sufre una “enfermedad psiquiátrica que deriva en una adicción” y sostuvo: “Nunca le pegué”.

El peritaje en curso será clave para determinar si existen pruebas que sustenten las denuncias de Yañez y definir el rumbo judicial del proceso contra el ex jefe de Estado.