Robert Sarah: El cardenal ultraconservador que podría convertirse en el primer papa africano

El cardenal guineano Robert Sarah, uno de los principales referentes del ala ultraconservadora de la Iglesia católica, aparece como uno de los nombres más resonantes para suceder al papa Francisco. A los 79 años —cumplirá 80 el 15 de junio—, Sarah encarna la resistencia al progresismo impulsado por Bergoglio y se alinea con la tradición que dejó marcada Benedicto XVI.

Conocido por sus declaraciones críticas hacia la inmigración masiva y la pérdida de identidad cultural europea, Sarah advirtió en una reciente entrevista: «Europa está siendo invadida silenciosamente por otras culturas, otros pueblos que progresivamente los dominarán en número y cambiarán completamente su cultura, sus convicciones y sus valores».

Un referente conservador en ascenso

Sarah lidera un núcleo de cardenales tradicionalistas, entre ellos el congoleño Fridolin Ambongo y figuras de peso como Peter Erdo (Hungría), Willem Jacobus Eijk (Países Bajos), Malcolm Ranjith (Sri Lanka) y Raymond Burke (Estados Unidos). Su nombre, sin embargo, sobresale como el principal “papable” africano para el futuro cónclave.

Aunque públicamente se ha declarado un fiel discípulo de Francisco, medios italianos han resaltado su oposición silenciosa al pontífice argentino. Un video de 2023, donde Francisco rechaza con un gesto que Sarah le bese el anillo papal, fue interpretado como una muestra de tensión entre ambos.

Formación y trayectoria

Nacido en Ourous, Guinea, en 1945, Sarah se convirtió al catolicismo en su juventud y se formó en seminarios de Costa de Marfil, Guinea, Francia, Senegal, Roma y Jerusalén. Fue arzobispo de Conakry entre 1979 y 2001, y fue creado cardenal por Benedicto XVI en 2010. Participó del cónclave de 2013 que eligió a Francisco.

En el Vaticano, Sarah se destacó como presidente del Pontificio Consejo Cor Unum y prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Es un ferviente defensor del celibato sacerdotal —tema que abordó en su libro Desde lo más profundo de nuestros corazones—, opositor al aborto, a la ideología de género, a la comunión a los divorciados y crítico de la apertura de la Iglesia hacia las minorías sexuales.

El crecimiento de la Iglesia africana

El avance de Sarah también refleja el crecimiento explosivo de la Iglesia católica en África, el continente donde más se expande actualmente. Según datos de Vatican News, la población católica africana pasó de 272 millones en 2022 a 281 millones en 2023, un aumento del 3,31%. La República Democrática del Congo encabeza la lista con casi 55 millones de fieles, seguida por Nigeria con 35 millones.

El historiador Patricio Lons subrayó que la Iglesia africana es “muy conservadora”, rechazando el matrimonio igualitario y limitando los sacramentos a personas divorciadas o adúlteras. Carlos Robles Fraga, exembajador español en el Congo, destacó además el rol social crucial de la Iglesia en África, donde su presencia supera en muchas regiones a la del propio Estado, gestionando colegios, clínicas y adaptando los ritos a las costumbres locales.

“El crecimiento africano es impulsado por su defensa de la tradición y la sangre de sus mártires, frente a la persecución religiosa”, señaló Lons.

Perspectivas de un papado africano

En este contexto, la figura de Robert Sarah gana fuerza en el seno de un catolicismo que en África combina crecimiento demográfico, fuerte conservadurismo social y una proyección internacional cada vez más decisiva. Su posible elección como papa marcaría un giro histórico en la Iglesia, reafirmando las raíces tradicionales frente a las corrientes reformistas impulsadas en los últimos años.

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