A través del Decreto 295/2025, publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno de la Nación transformó la Casa de Moneda en una Sociedad Anónima Unipersonal, avanzando en un proceso de reestructuración del organismo encargado de la impresión de billetes y acuñación de monedas de curso legal. La medida también ratificó a Pedro Daniel Cavagnaro como interventor de la entidad.
La transformación de la Casa de Moneda responde al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, que declaró la emergencia en diversas áreas, incluyendo la económica y financiera, y estableció la necesidad de reorganizar las empresas públicas para mejorar la eficiencia del sector. Esta reforma implica la derogación de la Ley N° 20.705, que regulaba el estatuto de la entidad, y su conversión a un modelo basado en la Ley General de Sociedades, comúnmente utilizado por las empresas privadas.
Según el Decreto 964/24, el proceso de intervención comenzó en noviembre de 2024 con un plazo de 180 días. La medida fue formalizada el 20 de diciembre de 2024, durante una asamblea general extraordinaria, donde se aprobó la transformación de la Casa de Moneda en una sociedad anónima unipersonal y se ajustó su estatuto social bajo la supervisión del Poder Ejecutivo Nacional.
El informe elaborado por Cavagnaro, interventor de la Casa de Moneda, detalla que la entidad se ha estructurado en cinco unidades de negocio: la fabricación de dinero circulante, la producción de estampillas fiscales e instrumentos de control, la fabricación de pasaportes, la producción de chapas patente y los servicios de atesoramiento y destrucción de billetes para el Banco Central de la República Argentina.
Con esta reestructuración, el Gobierno busca optimizar las operaciones de la Casa de Moneda y mejorar la eficiencia en sus actividades clave, alineándose con un enfoque de gestión más flexible y orientado a resultados.


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