En una movida clave para dinamizar la economía y reforzar el proceso de desinflación, el Gobierno de Javier Milei anunciaría esta semana una nueva medida que permitiría a los ciudadanos argentinos utilizar hasta USD 100.000 en efectivo no declarados sin enfrentar penalidades, siempre y cuando se justifique su origen lícito mediante una declaración jurada.

La propuesta, elaborada en conjunto por el Ministerio de Economía, el Banco Central, la AFIP y la Unidad de Información Financiera (UIF), apunta a incorporar al circuito económico una porción de los USD 200.000 millones que se estima circulan por fuera del sistema financiero.

Según fuentes oficiales, el objetivo de la medida es avanzar hacia una “dolarización endógena”, sin emisión monetaria ni blanqueos tradicionales, pero facilitando el uso formal de divisas que hoy se encuentran “en negro”. Se espera que el vocero presidencial Manuel Adorni, también candidato a legislador en CABA, sea quien comunique oficialmente la medida en los próximos días.

El proyecto, aún en definición final, permitiría el ingreso de hasta USD 100.000 por persona, aunque ese tope aún podría ajustarse. Desde el Ejecutivo insisten en que la medida se implementará con estrictos controles para prevenir el lavado de dinero, en línea con las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).

“El objetivo es proteger la riqueza de quienes ahorraron de forma honesta y transparente durante años, y al mismo tiempo excluir a narcotraficantes, corruptos y terroristas”, señalaron fuentes del Gobierno.

Además de reducir la informalidad, se espera que la medida ayude a acercar el dólar al piso de la banda cambiaria oficial, contribuya a estabilizar el mercado cambiario y promueva la reactivación económica. El anuncio se perfila como uno de los pasos más concretos hacia la reintegración del ahorro informal al sistema económico, sin necesidad de recurrir a blanqueos masivos o amnistías fiscales.