Brasil inicia el juicio histórico contra Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado: podría enfrentar hasta 40 años de prisión

Este lunes comenzó en Brasil un juicio sin precedentes contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de haber planificado un golpe de Estado contra el actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva. El proceso, llevado adelante por el Supremo Tribunal Federal, también incluye a siete de sus principales colaboradores, entre ellos exministros y altos mandos militares. De ser hallado culpable, Bolsonaro podría enfrentar hasta 40 años de prisión.

La acusación sostiene que Bolsonaro fue uno de los autores intelectuales de los violentos ataques del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia —el Palacio del Planalto, el Congreso y la Corte Suprema—, exigiendo su retorno al poder. El exmandatario se encontraba entonces en Estados Unidos, adonde había viajado días antes de la asunción de Lula.

Los acusados y los delitos imputados

Además de Bolsonaro, están imputados su exayudante de campo, el teniente coronel Mauro Cid; el excomandante de la Marina, almirante Garnier Santos; el exdirector de Inteligencia, Alexandre Ramagem; y los exministros Anderson Torres (Justicia), Augusto Heleno (Seguridad Institucional), Paulo Sergio Nogueira (Defensa) y Walter Braga Neto (Presidencia). Todos fueron procesados por cinco cargos: intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, participación en organización criminal, daño calificado y deterioro del patrimonio público.

En marzo, la Sala Primera del Supremo Tribunal Federal falló por unanimidad que existían pruebas suficientes para llevar a juicio a los ocho acusados. La fiscalía presentó como evidencia clave un borrador de decreto que instauraba el estado de sitio, además del testimonio del coronel Cid, quien colabora con la justicia a cambio de una posible reducción de condena.

Testigos clave y calendario judicial

Durante las próximas dos semanas, el tribunal escuchará a 82 testigos por videoconferencia. Entre ellos destacan los excomandantes del Ejército y de la Fuerza Aérea, general Marco Antonio Freire Gomes y brigadier Carlos de Almeida Baptista Júnior, quienes admitieron haber sido convocados por Bolsonaro para respaldar un plan golpista tras las elecciones de 2022.

Un informe de la Policía Federal reveló que Bolsonaro habría planeado incluso el asesinato de Lula mediante envenenamiento. Tras la etapa de testigos, se interrogará a los acusados y se presentarán los alegatos finales. La sentencia se conocería entre septiembre y octubre.

Implicancias políticas: el futuro de la derecha brasileña

El juicio podría definir el destino político no solo de Bolsonaro, sino también del sector que representa. Actualmente inhabilitado hasta 2030 por abuso de poder y diseminar noticias falsas sobre el sistema electoral, el expresidente sigue siendo una figura central de la política brasileña, con un sólido núcleo de apoyo, aunque su salud ha sido motivo de preocupación tras una reciente internación de casi tres semanas por una cirugía intestinal.

“Este juicio podrá indicar no solo el futuro político de Bolsonaro, sino también el rumbo de la derecha en Brasil”, analizó Denilde Holzhacker, directora de Investigación de la Escuela Superior de Propaganda y Marketing. Por su parte, Marco Teixeira, de la Fundación Getulio Vargas, advirtió que el proceso implica un “choque de realidad” para Bolsonaro: “Si quiere mantener su legado político, deberá señalar a quién apoyará”.

La derecha brasileña aún no tiene un liderazgo definido. Posibles herederos del bolsonarismo incluyen a su hijo, Eduardo Bolsonaro —autoexiliado en EE.UU.—, y al gobernador paulista Tarcísio de Freitas. La sentencia del juicio podría reconfigurar completamente ese tablero.

Un juicio que marcará la agenda electoral

A poco más de un año de las elecciones presidenciales de octubre de 2026, el juicio a Bolsonaro se perfila como un hito político en Brasil. “Si sale absuelto o con una pena leve, tendrá una vida política mucho más larga”, opinó el analista Antonio Lavareda, presidente honorario de la Asociación Brasileña de Investigadores Electorales.

Mientras tanto, el país asiste con atención al desarrollo de un proceso que podría sellar el destino del exmandatario y redefinir el mapa político brasileño por los próximos años.

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