El presidente Javier Milei llamó a hacer “tábula rasa con toda la gente de bien que quiera abrazar las ideas de la libertad” en una nueva señal de apertura hacia dirigentes del PRO, mientras el Gobierno trabaja en una estrategia para fusionar estructuras con ese partido en la provincia de Buenos Aires, de cara a las elecciones nacionales de octubre. Sin embargo, desde la Casa Rosada reconocen que la integración no será posible sin el visto bueno del expresidente Mauricio Macri.

El oficialismo considera clave el respaldo explícito de Macri para consolidar un “traspaso ordenado” del PRO hacia La Libertad Avanza (LLA). “No nos sirve que vengan sus dirigentes sin el voto. Necesitamos que Macri dé el visto bueno”, admiten en el entorno presidencial. El objetivo es conformar listas conjuntas en territorio bonaerense sin alterar la identidad ni la marca partidaria del oficialismo.

La coordinación de este armado corre por cuenta de Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en Diputados, por un lado, y Sebastián Pareja, subsecretario de Integración Socio Urbana y operador clave de LLA en la Provincia, por el otro. En Balcarce 50 anticipan nuevas reuniones con figuras como el diputado Diego Santilli para avanzar en un acuerdo. “Tienen que definir si van a acompañar o se van a parar en la vereda de enfrente”, advierten.

La estrategia del oficialismo busca calmar las tensiones tras una serie de cruces con el PRO. En ese marco, voceros del presidente señalan que no impulsarán una ruptura del bloque macrista en Diputados y que quieren evitar una “radicalización del enfrentamiento”. A su vez, los legisladores del PRO alineados con el oficialismo evalúan sumarse, aunque supeditan su decisión a la postura final de Macri.

El Gobierno leyó los resultados de las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires como una especie de interna con sus potenciales aliados. En esos comicios, Manuel Adorni —vocero presidencial— se impuso, mientras que Leandro Santoro (Unión por la Patria) quedó segundo y Silvia Lospennato (PRO) tercera, en un resultado que dejó al oficialismo exultante.

Desde el Ejecutivo aseguran que repetirán el esquema que aplicaron en 2023 con Patricia Bullrich, entonces candidata presidencial de Juntos por el Cambio: “Le dijimos que era montonera y que había puesto bombas. No tenemos problema en dar vuelta la página”, reconocen.

Paralelamente, el jefe de Gabinete Guillermo Francos intentó despegarse del escándalo por un video manipulado mediante inteligencia artificial en el que se mostraba a Macri renunciando a la candidatura de Lospennato. Sin embargo, operadores digitales del oficialismo ironizaron afirmando ser “culpables” de su difusión.

Tras la victoria en CABA, Milei y Adorni celebraron en el búnker oficialista junto a casi todo el gabinete, con excepción de Sandra Pettovello (Capital Humano) y Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores), quienes se encontraban en Roma en la misa de asunción del papa León XIV. En la celebración estuvieron presentes Karina Milei, Santiago Caputo, Patricia Bullrich, Luis Petri, Luis Caputo, Federico Sturzenegger, Mario Lugones y Mariano Cúneo Libarona, entre otros.

Los discursos de la noche electoral fueron definidos por la mesa de campaña de LLA, integrada por la armadora porteña Pilar Ramírez, la abogada Macarena Alifraco, Lucas Luna y consultores como Belén Stettler, Tomás Vidal, “Meme” Vázquez y Javier Lanari.

Con la mira puesta en octubre, Milei lanza un mensaje claro: su partido está dispuesto a sumar fuerzas bajo sus condiciones. Y aunque públicamente busca desdramatizar las negociaciones, en los pasillos del poder saben que sin Macri, no hay fusión que garantice los votos.