A través del decreto 340/2025, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional desreguló el transporte marítimo y declaró como servicio esencial a la navegación marítima y fluvial comercial, una decisión que implica la pérdida de exclusividad para la Marina Mercante nacional y habilita la participación de buques y tripulaciones extranjeras en aguas argentinas.
La norma establece que barcos de bandera extranjera podrán operar en el cabotaje nacional, es decir, en el transporte entre puertos del país, con permisos renovables por períodos de hasta 180 días. También autoriza la contratación de tripulaciones de cualquier nacionalidad, siempre que estén habilitadas como personal marítimo o fluvial, eliminando la anterior exigencia de incorporar exclusivamente a trabajadores argentinos.
“El objetivo es profundizar la libertad de mercados, impulsando un sistema económico basado en decisiones libres y la interacción espontánea de oferta y demanda”, señala el decreto, que otorga un nuevo marco legal al transporte por agua.
La medida permite a los armadores registrados en el país solicitar el “cese de bandera provisorio” a la Prefectura Naval para poder registrar sus buques bajo banderas extranjeras, sin que esto se considere una exportación. Este cese será temporal —por hasta 10 años— y prevé el reingreso automático al registro nacional sin costos. También se otorgará tratamiento de bandera nacional a buques extranjeros arrendados sin tripulación y con una antigüedad menor a 20 años.
Exclusiones del nuevo régimen
Quedan excluidos del alcance del decreto los buques dedicados a la pesca, al transporte de pasajeros y vehículos, a la navegación deportiva o recreativa, y a otras actividades específicas no comerciales.
Origen de la iniciativa
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, explicó que la medida fue producto de seis meses de trabajo, iniciado por el Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación, Iñaki Arreseygor, junto con su equipo, en el que se destacó el rol de Cristian Rigueiro.
“En los ‘90, el presidente Menem había logrado una desregulación exitosa que permitió a los armadores y trabajadores argentinos competir con las flotas más eficientes del mundo”, remarcó Sturzenegger al anunciar la norma.
Navegación declarada servicio esencial
El decreto también declara servicio esencial a la navegación marítima y fluvial dedicada al transporte comercial de pasajeros, cargas, servicios conexos y operaciones costa afuera. Esto implica que en caso de huelgas o conflictos laborales, deberá garantizarse un mínimo de operatividad.
Asimismo, se establece la libertad de contratación para las empresas del sector, aunque los sindicatos podrán sugerir un listado de personal disponible. No obstante, el empleador podrá contratar libremente a quien considere conveniente, derogando cualquier normativa que se oponga a esta libertad.
Con esta nueva reglamentación, el Gobierno busca atraer inversiones extranjeras y reducir costos logísticos, aunque enfrenta críticas por el impacto que podría tener en la industria naviera nacional y el empleo argentino en el sector.


Deja un comentario