El Gobierno argentino lanzó este jueves una seria advertencia a la población ante el creciente riesgo que representa viajar a Venezuela, tras confirmarse la detención de un segundo ciudadano argentino por parte del régimen de Nicolás Maduro. “Dejen de viajar, es un peligro. Los toman de rehén”, fue la contundente recomendación de altas fuentes del Ejecutivo a Infobae, reflejando la profunda preocupación oficial.

El nuevo caso involucra a un ejecutivo de una empresa de ciberseguridad que ingresó a territorio venezolano con pasaporte italiano y fue capturado por agentes del régimen. La información fue divulgada el miércoles por Diosdado Cabello, número dos del chavismo, quien lo acusó —junto a un ciudadano español y otro búlgaro— de integrar una supuesta conspiración relacionada con las elecciones regionales y parlamentarias del próximo domingo.

En la Casa Rosada, la noticia generó un inmediato operativo de investigación para determinar la identidad del detenido y establecer contacto, aunque se reconoció que la tarea resulta extremadamente difícil por la falta total de relaciones diplomáticas y consulares entre Argentina y Venezuela. “Estamos investigando desde el primer minuto, pero la situación es muy complicada”, expresaron las fuentes.

Este episodio se suma al ya delicado caso del gendarme argentino Nahuel Gallo, desaparecido desde el 8 de diciembre del año pasado tras ser secuestrado en un paso fronterizo formal cuando intentaba ingresar al país caribeño para visitar a su esposa e hijo. Desde entonces, no se volvió a saber nada de él: no tiene acceso a un proceso judicial, ni defensor legal, ni asistencia consular, en una clara violación a los tratados internacionales de derechos humanos.

“Es un disparate que digan que formaba parte de una conspiración”, aseguraron desde el Gobierno nacional, subrayando que los tres nuevos detenidos estaban en Venezuela realizando un contrato privado de ciberseguridad. Además, reiteraron las dudas sobre las versiones del régimen de Maduro, que ya había acusado a Gallo de participar en un presunto plan de magnicidio contra la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez. “Todavía estamos esperando que muestren pruebas de eso”, agregaron.

Desde el oficialismo argentino consideran que estas detenciones forman parte de una estrategia del régimen para capturar extranjeros y usarlos como moneda de negociación política. “Nos tienen acostumbrados a mentir. No se puede creer en las acusaciones que hacen”, señalaron las fuentes.

La situación se enmarca en un contexto de creciente inestabilidad política en Venezuela, especialmente tras el cinematográfico escape de varios opositores refugiados en la residencia del embajador argentino, lo que habría incrementado la paranoia del régimen y sus represalias contra ciudadanos extranjeros.

Mientras tanto, la familia del gendarme Gallo continúa sin respuestas ni contacto alguno con él, agravando la tensión diplomática. El Ejecutivo argentino evalúa nuevas medidas, aunque las opciones son limitadas debido a la ausencia de vínculos formales con el gobierno de Caracas.

El mensaje del Gobierno nacional es claro: Venezuela representa hoy un riesgo concreto para cualquier ciudadano argentino. La recomendación es tajante: no viajar.