El Gobierno de Javier Milei anunció que vetará cualquier intento legislativo de aumentar los haberes jubilatorios impulsado por bloques opositores en la Cámara de Diputados. “No hay ninguna chance de que toquemos el presupuesto”, afirmaron desde la Casa Rosada, ratificando la decisión de preservar a toda costa el equilibrio fiscal y evitar nuevos gastos que comprometan la meta de déficit cero.

La advertencia del oficialismo se produce en la antesala de una semana legislativa clave, en la que sectores de la oposición —entre ellos Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda— buscarán avanzar en una sesión con proyectos vinculados a la actualización de las jubilaciones y la declaración de emergencia en el área de discapacidad.

Según voceros del Gobierno, los proyectos que se intentarán tratar en la sesión del miércoles podrían alcanzar el quórum y aprobarse en algunos puntos, una posibilidad que inquieta al oficialismo. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, advirtió públicamente sobre el impacto fiscal que implicarían estas medidas: “Proponen una sesión con proyectos de ley que, de aprobarse, tendrían un costo fiscal de más de 12 mil millones de dólares, es decir, el 1,8% del PBI. Se esconden una vez más detrás de causas nobles con el solo fin de intentar romper el equilibrio fiscal que tanto nos costó conseguir”, escribió en su cuenta de X.

En línea con esa postura, fuentes cercanas al presidente confirmaron que Milei vetará cualquier ley que comprometa los pilares de su programa económico. “Todas las iniciativas que pongan en riesgo el déficit cero serán rechazadas”, aseguraron. Esta no sería la primera vez que el mandatario hace uso de la herramienta del veto: en 2024, rechazó un aumento de las jubilaciones votado en Diputados y también una suba en el presupuesto universitario, decisiones que, según el Ejecutivo, no tuvieron consecuencias políticas significativas.

Mientras tanto, el Gobierno también enfrenta esta semana la persistente protesta de trabajadores del Hospital Garrahan, que continúan con sus reclamos pese a la oferta de aumento salarial para los médicos residentes. En simultáneo, la presión opositora crece en el Congreso, en un contexto en el que el oficialismo ve amenazada su estrategia de consolidación fiscal.