En un contexto de creciente presión comercial por parte de Estados Unidos, el gobierno de Javier Milei avanza contrarreloj para cerrar un acuerdo bilateral con la administración de Donald Trump y así evitar que se impongan nuevos aranceles a los productos argentinos que se exportan hacia el mercado norteamericano.

El mandatario estadounidense comenzó este lunes a enviar cartas a más de 100 países que no forman parte de negociaciones activas, informándoles los nuevos aranceles que deberán abonar por sus exportaciones a partir del 1° de agosto, con tasas que, según Trump, oscilarán entre el 10% y el 70%, dependiendo del producto y la nación.

La Argentina, por el momento, no ha recibido dicha notificación, y en la Casa Rosada confían en que eso se debe al avance de las negociaciones lideradas por el Ministerio de Economía y la Cancillería, bajo la coordinación del canciller Gerardo Werthein. Fuentes oficiales anticiparon que el acuerdo podría concretarse en el transcurso de esta semana.

Acuerdo en marcha y gestos previos

Werthein ya mantuvo al menos dos reuniones clave con altos funcionarios estadounidenses responsables de las relaciones comerciales, y la expectativa en el gobierno argentino es que esas gestiones se traduzcan en un acuerdo que amplíe la lista de productos nacionales exentos de aranceles.

Aunque se descarta por ahora la posibilidad de obtener exenciones para el acero y el aluminio —productos que Trump gravó desde el inicio de su nueva gestión—, la apuesta está puesta en ampliar la lista de bienes agrícolas e industriales que conforman el núcleo de las exportaciones argentinas hacia Estados Unidos.

En línea con ese objetivo, la semana pasada el Mercosur aprobó la ampliación de 50 productos exentos del arancel externo común, un gesto considerado clave para las negociaciones con Washington, y que respondía directamente a una de las condiciones impuestas por la Casa Blanca.

Escenario global y nueva política tarifaria

Argentina no es el único país que acelera conversaciones con Trump. Potencias como Japón, Corea del Sur, India y la Unión Europea también buscan acuerdos con Washington para evitar quedar fuera del esquema de beneficios bilaterales. En junio, Estados Unidos y China anunciaron un entendimiento que incluye una reducción mutua de aranceles, lo que marcó un fuerte giro en la política comercial global.

Trump confirmó que su nueva política tarifaria entrará en vigor el 1° de agosto, luego de varias pausas técnicas desde abril. Desde entonces, rige un arancel mínimo del 10%, que expirará el 9 de julio. “El dinero empezará a entrar en EE.UU. el 1° de agosto”, aseguró el presidente estadounidense en conferencia de prensa.

Con este panorama, el gobierno argentino busca cerrar un acuerdo que proteja a los sectores exportadores y evite una pérdida de competitividad en un mercado clave. La próxima semana será decisiva para confirmar si Argentina logra quedar fuera del nuevo esquema arancelario generalizado que Trump ya puso en marcha.