Fuerza Patria: tras sellar la unidad, el peronismo avanza con intensas negociaciones por las listas en la provincia de Buenos Aires

Tras oficializar la creación de la alianza Fuerza Patria, el peronismo bonaerense se encuentra inmerso en una etapa decisiva: definir las candidaturas para las elecciones de octubre. Con un cronograma apretado —la fecha límite para presentar las listas es el 19 de julio—, los principales dirigentes del espacio se reúnen a diario para resolver la distribución de lugares, especialmente en los niveles municipal y seccional, donde el escenario es más complejo.

Los líderes del frente —Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner— volverán a encontrarse en las próximas horas, aunque los equipos técnicos de cada sector mantienen negociaciones permanentes. La conducción de las conversaciones quedó en manos de Carlos Bianco y Gabriel Katopodis por el kicillofismo; Sebastián Galmarini y Rubén Eslaiman por el massismo; y Facundo Tignanelli y Emiliano Santalla por el kirchnerismo. Cualquier decisión deberá ser refrendada por los tres espacios.

Criterios acordados y desafíos pendientes

Uno de los principios ya consensuados es que se priorizará la competitividad de los candidatos —“el que mejor mida”—, aunque se dará lugar a las minorías y se garantizará que haya representación de cada espacio en los lugares claves de las listas.

El mayor reto está en la confección de las nóminas municipales. Con 135 distritos por definir, los intendentes peronistas exigen tener poder de decisión en sus territorios. Algunos amagaron con presentar listas cortas si no se respetaba su protagonismo, pero finalmente se acordó evitar divisiones internas y buscar fórmulas para preservar la territorialidad sin excluir a los aliados.

Una opción que se evalúa es que los propios jefes comunales encabecen las listas de concejales en sus municipios, amparados en su nivel de conocimiento entre los vecinos. Esa lógica se traslada también al plano seccional, donde se promueve a la vicegobernadora Verónica Magario para encabezar la lista en la Tercera Sección Electoral, en reemplazo simbólico de Cristina Kirchner.

No obstante, hay quienes plantean la necesidad de renovar las figuras para evitar ataques de Javier Milei y el oficialismo libertario, que podrían explotar el desgaste de los nombres ya instalados. Para estos sectores, jugar con caras nuevas significaría alterar la estrategia discursiva del Gobierno nacional.

Negociaciones simultáneas y nuevo método de toma de decisiones

El armado electoral se dividirá en tres etapas: primero las negociaciones a nivel municipal, luego la definición de las listas seccionales, y finalmente los nombres que encabezarán las boletas de octubre. El proceso implicará, según admiten los protagonistas, 135 negociaciones paralelas, con la posibilidad de conflictos en distritos de alto voltaje político, como Avellaneda (de Jorge Ferraresi) o Quilmes (de Mayra Mendoza), referentes de espacios con diferencias internas.

La conducción política de la campaña quedó formalmente en manos de Axel Kicillof, pero Massa y Máximo Kirchner mantendrán un rol activo. Se impuso un modelo de triple validación entre los tres líderes, en una lógica poco habitual para el peronismo, tradicionalmente liderado por una sola figura con poder de lapicera.

“Ahora es todos los días hasta el cierre de listas”, resumió un dirigente cercano a la mesa de decisiones.

Proyección nacional de Fuerza Patria

Pese a que aún se desconoce si el modelo de unidad funcionará electoralmente —sobre todo en un contexto adverso para el PJ en elecciones intermedias—, el experimento bonaerense empieza a proyectarse hacia otras provincias. Este sábado se lanzará Fuerza Patria en Tucumán, y se prevé que más distritos se sumen en las próximas semanas, consolidando un intento de reorganización nacional del peronismo frente a la avanzada libertaria.

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