En un contexto marcado por la tensión financiera y la incertidumbre cambiaria, el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió un informe crítico sobre la situación económica argentina y subrayó que el país requiere con urgencia una mayor acumulación de reservas, reformas estructurales profundas, un retorno al financiamiento internacional y el incentivo a la inversión extranjera directa.

El documento, publicado este martes, llega mientras el Gobierno argentino y el organismo negocian la primera revisión técnica del nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF), firmado en abril, y de cuyo visto bueno depende un desembolso clave de USD 2.000 millones. Este proceso sigue abierto y el tiempo apremia: el 1° de agosto vencen pagos por casi USD 850 millones al FMI.

Preocupación por el nivel de reservas y la falta de acceso a los mercados

El FMI destacó que el balance de cuenta corriente de Argentina cerró 2024 con un déficit del 0,5% del PBI, pero alertó que, dadas las bajas reservas y la exclusión de los mercados de crédito, el país debería aspirar a un superávit externo del 1,4% del PBI. Esto permitiría alcanzar una posición de reservas consistente con estándares internacionales. Según estimaciones privadas, el Banco Central necesitaría unos USD 57.800 millones para cumplir con esos criterios bajo un esquema de tipo de cambio flotante.

Asimismo, el organismo internacional sostuvo que el tipo de cambio argentino estaba sobrevaluado entre un 15% y un 25% al cierre del año pasado. Aunque reconoció la transición hacia un régimen cambiario más flexible dentro de bandas amplias, insistió en que es imprescindible mantener políticas macroeconómicas restrictivas para sostener la balanza comercial y fortalecer las reservas.

Críticas al flujo de capitales especulativos y la salida del cepo

El FMI remarcó que la apertura gradual del mercado cambiario debe estar acompañada por medidas prudenciales para evitar ingresos de capitales especulativos o “hot money”, que podrían desestabilizar el sistema financiero. El informe también llamó a un manejo más eficiente del tipo de cambio y de los flujos de divisas, y pidió evitar descalces de moneda o vulnerabilidades externas.

Por otro lado, el organismo advirtió que la cobertura actual de reservas internacionales sigue estando por debajo del umbral considerado adecuado, y pidió “esfuerzos tempranos” para recomponerlas mediante mayores compras de divisas destinadas al pago de obligaciones externas.

Reformas, inversión y productividad como pilares para la estabilidad

El FMI consideró que el éxito del nuevo programa dependerá de su implementación sostenida y de una combinación de factores clave: reformas estructurales ambiciosas, atracción de inversión extranjera directa, recuperación del acceso a los mercados internacionales y una política cambiaria flexible. De concretarse estos objetivos, afirmó, un tipo de cambio real más apreciado podría estar justificado en el mediano plazo gracias a un aumento en la productividad y competitividad.

Finalmente, el informe del Fondo reflejó su preocupación por la lentitud de los avances en las metas pactadas. En el equipo económico argentino esperaban tener la revisión cerrada antes del receso de verano del organismo, pero la negociación técnica –que comenzó hace 20 días entre Buenos Aires y Washington– aún no concluye, dejando en suspenso el desembolso de fondos clave para el país.