El Gobierno nacional enfrenta una nueva prueba para su estrategia cambiaria tras el fin del plazo para que los exportadores liquiden divisas con retenciones reducidas. Este martes 22 de julio marca el último día para acceder a ese beneficio, y con su finalización se anticipa una fuerte caída en el ingreso de dólares, justo en un contexto de creciente tensión económica y política a pocos meses de las elecciones legislativas.
Según datos de la consultora LCG, entre febrero y junio, gracias a la baja transitoria de las retenciones, las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) promediaron unos US$200 millones diarios. Desde el 1º de julio, cuando se restablecieron las alícuotas plenas, el promedio cayó abruptamente a US$26 millones diarios. Esta reducción se verá reflejada esta semana en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), lo que complicará la oferta de divisas.
“El agro ya no tiene incentivos para liquidar rápidamente, por lo que veremos un fuerte impacto en la oferta”, explicaron desde LCG. En junio se habían liquidado US$3800 millones, mientras que en julio, hasta el día 18, apenas se alcanzaron US$3200 millones. Para lo que resta del mes y los siguientes, se estima una caída a niveles de entre US$500 y US$1000 millones mensuales.
El economista Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra, advirtió que tras el fin de la rebaja temporal de Derechos de Exportación, las DJVE “colapsaron”, y que tras el 22 de julio comenzará un “desierto” de liquidaciones, ya que vencen los 15 días hábiles para operar con las retenciones anteriores.
En paralelo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyecta que el agro aportará un total de US$32.070 millones en divisas a lo largo del 2025, una cifra apenas superior a la del año anterior, sostenida por mayor volumen a pesar de precios internacionales más bajos.
Recalentamiento del dólar y presión electoral
La finalización del ciclo fuerte de ingreso de dólares coincide con una creciente presión cambiaria. El dólar oficial ya subió $85 en lo que va de julio, un incremento del 7% respecto a junio, mientras las cotizaciones paralelas también muestran volatilidad. Entre las causas figuran el aumento de la demanda por pagos de aguinaldos y vacaciones de invierno.
Además, la finalización de las Letras de Financiamiento (Lefis) dejó alrededor de $10 billones sin absorber. El Banco Central y la Secretaría de Finanzas retiraron parte de esa liquidez con nuevas tasas más altas, una medida que si bien busca estabilizar el dólar, podría ralentizar aún más la actividad económica.
En este marco, los analistas advierten que el tipo de cambio oficial podría acercarse al límite superior de la banda cambiaria establecida por el Gobierno. “La combinación de menor oferta de dólares, demanda estacional y contexto político genera un escenario propenso a mayor volatilidad”, señalaron desde GMA Capital.
Con poco más de tres meses por delante hasta las elecciones legislativas, los mercados ya perciben el impacto de la incertidumbre política. “Todo indica que no habrá grandes cambios en el esquema actual hasta fines de octubre. Si la demanda de dólares continúa y la incertidumbre no cede, el camino podría hacerse largo”, concluyeron desde la consultora.


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