La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó su participación en la tradicional marcha del 7 de agosto a San Cayetano, en medio de un clima interno de tensiones por su escasa representación en las listas bonaerenses de Fuerza Patria, espacio que respalda la candidatura de Axel Kicillof.
Pese al respaldo explícito del sindicalismo a Kicillof en su pulseada interna con Cristina Kirchner, la central obrera quedó relegada del reparto de lugares expectables en las listas del peronismo. Apenas algunos dirigentes gremiales lograron colarse, como en el distrito de La Matanza, lo que generó fuertes críticas internas hacia la cúpula de la CGT.
Descontento con Fuerza Patria y foco en noviembre
El Movimiento Derecho al Futuro, línea que impulsa Kicillof, esperaba asegurarse 11 de las 29 candidaturas consideradas viables por el peronismo, pero tras la negociación con Máximo Kirchner, solo obtuvo nueve. La Cámpora consiguió 15, dejando poco margen para cumplir compromisos con otros sectores, incluida la CGT.
Los gremios opositores dentro de la central obrera tomaron nota del incumplimiento y ya planean reflotar el reclamo de representación durante la renovación de autoridades prevista para noviembre.
Entre la crítica a Milei y los puentes con el Gobierno
La CGT mantiene un delicado equilibrio en su relación con la gestión de Javier Milei. Aunque convocó tres paros generales durante los primeros meses del mandato, parte del sindicalismo más combativo la acusa de no haber frenado efectivamente el avance de reformas laborales y medidas restrictivas, como el decreto que limitó el derecho a huelga.
El triunvirato que lidera la CGT —Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estacioneros) y Octavio Argüello (Camioneros)— presentó recursos judiciales contra el Gobierno, pero al mismo tiempo tendió puentes con la Casa Rosada para negociar reformas. Figuras como Gerardo Martínez (UOCRA) incluso participaron del Consejo de Mayo, a pesar del rechazo inicial de la central.
Ese doble juego político generó malestar en sectores más duros, que ahora suman la ausencia en las boletas bonaerenses como otro punto de fricción. La gran incógnita es si lograrán revertir la situación de cara a las elecciones de octubre.
Reconfiguración de liderazgo en la CGT
En noviembre, la CGT renovará sus autoridades y se espera el fin del esquema de triunvirato que rigió en los últimos años. Héctor Daer ya anunció que no buscará un nuevo mandato, y se abre así la disputa por una conducción unipersonal que pueda sintetizar las diferentes corrientes internas.
La juventud sindical reclama mayor espacio en la nueva etapa, mientras sectores tradicionales como el moyanismo buscan garantizar representación a través de sus referentes, aunque Hugo Moyano no tiene previsto volver a la primera línea.
Varios nombres comienzan a sonar, pero aún no hay definiciones. “Primero están las elecciones legislativas y luego la de la CGT”, señaló a TN un dirigente con asiento en la mesa chica ampliada, marcando la hoja de ruta de la central para lo que resta del año.


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