El Congreso argentino atraviesa uno de los períodos de menor productividad legislativa en su historia reciente. Según un informe de la organización Directorio Legislativo, en el primer semestre de 2025 se presentaron 1.422 proyectos de ley, de los cuales solo 57 obtuvieron dictamen de comisión, 29 alcanzaron media sanción y apenas 8 se convirtieron en ley, lo que representa una tasa de aprobación del 0,19%.

La fragmentación política y la falta de consensos entre el oficialismo y la oposición explican en gran medida este bloqueo parlamentario. Pese a la alta visibilidad del presidente Javier Milei en el proceso legislativo, el oficialismo de La Libertad Avanza no logra articular mayorías en ninguna de las dos cámaras, y permanece dependiente de acuerdos con fuerzas opositoras para avanzar en cada iniciativa.

Milei: presencia presidencial, debilidad legislativa

De las ocho leyes sancionadas en el semestre, cuatro fueron impulsadas directamente por el Ejecutivo: la suspensión de las PASO, dos reformas al Código Procesal Penal y una ley contra el crimen organizado. También se aprobaron tres tratados internacionales heredados de la gestión anterior y una declaración de emergencia en Bahía Blanca, esta última vetada por el propio Ejecutivo.

Si bien Javier Milei fue el actor individual con mayor impacto legislativo —acumulando 31 puntos en el Índice de Incidencia Legislativa—, su espacio partidario sólo logró sumar 10 puntos en Diputados y ninguno en el Senado, lo que refleja una escasa capacidad estructural de influencia en el Parlamento.

La oposición marca la agenda

La herramienta utilizada por Directorio Legislativo asigna puntajes según el grado de avance de cada proyecto: un punto por dictamen, dos por media sanción y tres por ley sancionada. Al analizar estos datos, surge que el peronismo lidera el Congreso con 66 puntos, seguido por los ex Juntos por el Cambio con 60 y La Libertad Avanza con 43.

En Diputados, Unión por la Patria encabeza con 43 puntos, por delante del PRO (16) y Encuentro Federal (14). En el Senado, Unidad Ciudadana suma 17 puntos y el Frente Nacional y Popular, 6.

Bloques aliados y opositores

El informe también relevó el nivel de alineamiento de los bloques con la Casa Rosada. La Libertad Avanza mostró una alta disciplina interna, con un 96% de alineamiento en el Senado y 97% en Diputados. Entre los bloques opositores con mayor acompañamiento al oficialismo se destacan Unidad Federal, Frente PRO y Por Santa Cruz en el Senado, y el PRO, Liga del Interior y el MID en Diputados.

Por el contrario, los bloques menos alineados fueron Unidad Ciudadana y el Frente Nacional y Popular en el Senado, y Unión por la Patria y el Frente de Izquierda (FIT) en Diputados, que sólo apoyaron al Gobierno en temas puntuales como la suspensión de las PASO o el juicio en ausencia.

Un Congreso trabado

El balance del primer semestre muestra que, si bien Milei logró protagonismo individual en la sanción de leyes, su fuerza política no logró consolidar una base legislativa sólida. La oposición, con mayor peso estructural, conserva el control de la agenda parlamentaria, y cada avance del Gobierno requiere negociaciones exhaustivas en un Congreso atomizado y sin alianzas estables.

Este escenario refleja los límites del modelo presidencialista de Milei ante la debilidad del oficialismo en ambas cámaras, en un año marcado por tensiones políticas, promesas incumplidas y disputas electorales en las provincias.