En plena pausa invernal del Congreso, el presidente Javier Milei intensificó las negociaciones con gobernadores provinciales con el objetivo de garantizar el respaldo legislativo necesario para sostener el veto presidencial a la ley de aumento de jubilaciones sancionada por el Senado el pasado 10 de julio.

El mandatario tiene plazo hasta el 4 de agosto para decidir si vetará total o parcialmente las modificaciones previsionales, entre las que se incluyen un aumento del 7,2% en los haberes, un bono mensual de $110.000 para jubilados que cobran la mínima, una nueva moratoria previsional y la declaración de Emergencia en Discapacidad.

Consciente de que la oposición activará sesiones especiales apenas termine el receso, el Gobierno busca blindar el veto con al menos un tercio de la Cámara de Diputados, lo que le permitiría evitar su rechazo. La Casa Rosada ya anticipó que vetará las leyes que comprometen su política de déficit cero, como ocurrió con las iniciativas que también proponen mayor financiamiento para las universidades y el Hospital Garrahan.

Estrategia legislativa y alianzas clave

La estrategia oficialista es encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quienes trabajan para recomponer vínculos con legisladores que responden a los gobernadores, en especial de Mendoza, Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Tucumán.

Durante 2024, La Libertad Avanza logró mantener sus vetos gracias al respaldo de 87 diputados, cifra que ahora busca repetir. El bloque libertario, liderado por Gabriel Bornoroni, cuenta con 39 diputados, a los que se sumarían cerca de 30 del PRO —aunque algunos referentes porteños podrían alejarse por fricciones con el alcalde Jorge Macri—, además de los 6 de Liga del Interior, conducida por Pablo Cervi, y aportes clave de bloques provinciales.

Entre estos últimos destacan:

• Mendoza: respaldo probable de Lisandro Nieri y Pamela Verasay (UCR), tras el acuerdo electoral con Alfredo Cornejo.
• Tucumán: los tres diputados del bloque Independencia, alineados con Osvaldo Jaldo.
• Salta, Misiones y Río Negro: el espacio Innovación Federal, de Pamela Calletti, podría acompañar.
• San Juan: las dos diputadas del espacio Producción y Trabajo, cercanas a Marcelo Orrego.
• Otros aliados potenciales: Gabriel Chumpitaz y Paula Omodeo, del bloque Futuro y Libertad y Creo, respectivamente.

En contrapartida, se espera un rechazo firme al veto por parte de Unión por la Patria, el Frente de Izquierda, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica, y gran parte de Encuentro Federal, aunque algunos legisladores podrían ausentarse estratégicamente, como el entrerriano Francisco Morchio, cercano a Rogelio Frigerio.

Próximos pasos

El primer objetivo del Ejecutivo será vetar las leyes que impliquen un mayor gasto público. Luego, buscará condicionar las iniciativas sobre coparticipación de combustibles líquidos y el reparto de Aportes del Tesoro Nacional, que también tienen impulso de los gobernadores.

La Casa Rosada confía en replicar el esquema de apoyo parlamentario que le permitió en 2024 sostener vetos clave, en medio de un Congreso fragmentado y con bloques opositores en proceso de reorganización. La definición final se dará en los primeros días de agosto, cuando se reanuden las actividades legislativas.