En una cena organizada por la Fundación Faro en Puerto Madero, el presidente Javier Milei defendió su reciente veto a las leyes aprobadas por el Congreso que contemplaban un aumento a las jubilaciones, la prórroga de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. En su discurso, apuntó contra el kirchnerismo por criticar su decisión, recordando que en 2010 ellos mismos vetaron el proyecto de ley que establecía el 82% móvil para los haberes previsionales, al que calificaron en ese momento como “una ley de quiebra del Estado”.

“Los que dejaron jubilaciones de 80 dólares hoy vienen a decir que no se llega a fin de mes. Ahora están arriba de 320 dólares”, sostuvo Milei, defendiendo el rumbo económico de su gestión. Argumentó que el veto responde a una cuestión de responsabilidad fiscal en el marco de las restricciones presupuestarias que atraviesa el país.

En respuesta a las críticas opositoras, que calificaron el veto de “inhumano” y convocaron movilizaciones, el mandatario retrucó: “Si fuera cierta la frase de que no se llega a fin de mes, uno tendría que caminar por la calle y ver cadáveres. Es un insulto a quienes hacen un gran esfuerzo por seguir adelante por la vía honesta”.

Durante su intervención, Milei se comparó con el expresidente Carlos Menem y afirmó que su gestión logró reducir la inflación “más rápido y sin expropiaciones”, sin apelar a mecanismos como el Plan Bonex ni a la fijación del tipo de cambio. “Soy el mejor gobierno de la historia, incluso mejor que el de Menem”, aseguró, y destacó que su reforma estructural fue “28 veces más grande” en solo un año y medio de gobierno.

Asimismo, remarcó que el ajuste del gasto público, la reducción del Estado y la defensa del tipo de cambio flexible han sido claves para el éxito económico. En cuanto al futuro político, se mostró confiado en que sus vetos no serán revertidos, dado que la oposición “no tiene los votos suficientes”, aunque aclaró que continúa negociando con gobernadores por fondos y el presupuesto 2026.