El aumento del dólar oficial en un 14% durante julio comenzó a reflejarse en las listas de precios enviadas por las alimenticias y empresas de consumo masivo, aunque el traslado a góndolas fue limitado y desigual. Según la consultora LCG, los precios de alimentos y bebidas subieron 2% en la primera semana de agosto, el mayor incremento desde mayo, rompiendo una racha de cuatro semanas de desaceleración.
Los aumentos más pronunciados se dieron en verduras (+5%), carnes (+3,9%), frutas y panificados (+3,1%). En cambio, bajaron los lácteos y huevos (-2,2%), aceites (-2,1%) y azúcar (-0,7%). Analytica registró en el Gran Buenos Aires una suba semanal de 0,3%, con mayores incrementos en aguas, gaseosas y jugos (+2,6%) y frutas (+2,6%), y caídas en pescados y mariscos (-0,9%).
Equilibra señaló que la inflación de la primera semana de agosto fue de 1%, con los bienes regulados a la cabeza (+2%) y un traslado del tipo de cambio más marcado en productos importados como autos (+5%), artículos de limpieza (+3,1%) y medicamentos (+2,4%), mientras que alimentos como la carne mostraron estabilidad.
Para agosto, las proyecciones ubican la inflación general entre 2% y 2,5%, impulsada por alimentos, servicios regulados y algunos rubros puntuales. EcoGo prevé un alza del 1,9% mensual, con alimentos en el hogar subiendo 2,2% y fuera del hogar 3,2%.
Desde el Gobierno, el presidente Javier Milei minimizó el impacto del dólar sobre los precios y afirmó que la inflación solo se sostiene si el Banco Central convalida monetariamente los aumentos. Reiteró que su estrategia para controlarla se basa en el equilibrio fiscal, superávit y ausencia de emisión.


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