El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sumó un nuevo respaldo internacional a su candidatura al Premio Nobel de la Paz, esta vez desde el Cáucaso Sur, donde busca cerrar definitivamente el acuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia. La reunión trilateral con los mandatarios Ilham Aliyev y Nikol Pashinian en la Casa Blanca le permitió anotarse un logro diplomático y obtener el apoyo público de ambos líderes a su nominación, que ya contaba con adhesiones en Asia y otros países aliados.
El acercamiento se enmarca en las negociaciones finales del acuerdo histórico firmado en marzo para normalizar relaciones interrumpidas desde 1991 y resolver los últimos desacuerdos sobre la presencia de tropas internacionales y el rol de tribunales internacionales. El Cáucaso Sur, estratégico por su ubicación entre Europa y Asia, es una región bajo influencia rusa, que observa con desconfianza los guiños de sus líderes hacia Estados Unidos y la Unión Europea.
Este respaldo se suma al de Camboya, cuyo primer ministro, Hun Manet, elogió la “extraordinaria habilidad política” de Trump por su papel en la resolución del reciente conflicto fronterizo con Tailandia, que dejó más de 40 muertos y 300.000 desplazados. El alto el fuego fue sellado en Malasia tras la intervención directa de la Casa Blanca. Trump también reivindica su rol en la desescalada entre India y Pakistán y en los Acuerdos de Abraham de 2020.
Sin embargo, su candidatura enfrenta puntos débiles. La crisis humanitaria en Gaza, las denuncias contra Israel por crímenes de guerra y la falta de avances en el alto el fuego en Ucrania complican su imagen como mediador. En este último caso, Trump ha recurrido a amenazas de sanciones y presiones arancelarias contra aliados de los BRICS, mientras busca concretar una reunión con Vladimir Putin. Su “guerra arancelaria” con potencias como China y Brasil también genera tensiones diplomáticas.
El Comité Nobel mantiene criterios estrictos para la elección de sus galardonados, lo que plantea dudas sobre si estos logros serán suficientes. La nominación formal fue presentada por el congresista republicano Earl Carter, quien destacó la supuesta intervención de Trump en el fin del conflicto entre Israel e Irán, aunque Estados Unidos fue criticado por bombardear instalaciones nucleares iraníes durante negociaciones con la OIEA.
En su plataforma electoral “Agenda 47”, Trump prometió “poner fin a la Tercera Guerra Mundial” y proyectarse como líder global, reforzando entre sus bases la imagen de pacifista o aislacionista. No obstante, las controversias internacionales y su estilo unilateral podrían ser obstáculos en la carrera hacia el codiciado galardón, cuyo ganador se conocerá en octubre.
F: Perfil


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