Fentanilo mortal: irregularidades en HLB Pharma bajo la lupa judicial desde 2018

La investigación por las partidas de fentanilo contaminadas que provocaron la muerte de 96 pacientes reveló que los organismos de control conocían desde 2018 las fallas graves de HLB Pharma y su laboratorio asociado, Ramallo. Informes oficiales advertían sobre “desvíos de calidad” y deficiencias críticas en la producción de medicamentos, pero los expedientes fueron archivados o minimizados.

Documentación a la que accedió la justicia muestra que en 2019 se recomendó la clausura del laboratorio, aunque la medida se redujo a una simple inhibición. En 2022, con Gabriela Mantecón Fumadó al frente del Instituto Nacional de Medicamentos (INAME), el caso fue cerrado pese a nuevas irregularidades. En diciembre de 2024, una inspección “no programada” detectó fallas graves en control de calidad, procesos de validación y documentación. Sin embargo, la clausura se demoró hasta febrero de 2025, cuando el lote contaminado ya había sido producido.

El historial incluye múltiples retiros de productos: soluciones con partículas, diclofenac con sedimentos y un propofol sin trazabilidad. Aun así, HLB Pharma continuó operando. La ANMAT recién inhabilitó al laboratorio Ramallo tras la tragedia.

El juez federal Ernesto Kreplak investiga a 22 personas y 9 sociedades vinculadas a Ariel García Furfaro, dueño de los laboratorios, quien junto a su familia controlaba la firma. Todos tienen inhibidos sus bienes y prohibición de salida del país.

Las demoras burocráticas, la falta de controles eficaces y las advertencias desoídas están en el centro de la causa que intenta determinar cómo un laboratorio con antecedentes de irregularidades pudo seguir produciendo hasta que el fentanilo mortal llegó a los pacientes.

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