Furor de compras en la frontera: argentinos cruzan a Bolivia y Paraguay por precios hasta 70% más bajos

Las ciudades del norte argentino viven un fenómeno creciente: miles de argentinos cruzan a diario hacia Bolivia y Paraguay para aprovechar precios hasta un 70% más bajos en alimentos, ropa y electrodomésticos. La diferencia cambiaria y las facilidades de pago del otro lado de la frontera, incluso en cuotas sin interés y con pesos argentinos, dejan al comercio local en una crisis sin precedentes.

En Bermejo (Bolivia), un kilo de carne cuesta $4000, mientras que en Alberdi (Paraguay) un aire acondicionado se consigue por $300.000, menos de la mitad de lo que vale en Argentina. Los tours de compras llenan las calles de autos y valijas, mientras ciudades como Aguas Blancas y Salvador Mazza aplican tasas municipales de $1000 por vehículo para controlar el flujo.

El impacto en los comercios argentinos es devastador. Orán perdió 40 locales en los últimos meses, según Ariel Zablup, titular de la cámara local. En Formosa, la situación es aún más grave: se registró una caída del 70% en las ventas, el contrabando se multiplicó por diez y la Cámara de Comercio provincial perdió 100 socios.

La proliferación de mercadería extranjera, en especial bebidas y alimentos de Paraguay, saturó los barrios fronterizos y desplazó casi por completo a los productos nacionales. Ante este escenario, comerciantes reclaman medidas urgentes: desde la exención de IVA para turistas hasta un refuerzo de controles dentro del Plan Güemes para frenar el contrabando.

El “turismo de compras” se consolida como un salvavidas económico para los países vecinos, pero deja a las economías regionales argentinas en “terapia intensiva”.

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